Adriano Monés: “La movilidad eléctrica está en pleno proceso de crecimiento y consolidación”

Adriano Monés: “La movilidad eléctrica está en pleno proceso de crecimiento y consolidación”

Adriano Monés, presidente de AEDIVE, reconoce a lo largo de esta entrevista que en la Asociación tienen claro que una estrategia basada solo en incentivos a la compra de vehículos eléctricos no es suficiente para dinamizar el sector y alcanzar los objetivos del Gobierno: 5 millones de eléctricos circulando en 2030. Monés comenta que hay otras medidas, como la reforma fiscal, que ayudan a motivar las ventas y contribuyen a que las barreras para el despegue de esta movilidad sostenible sean cada vez menos altas.

 

Si bien 2020 fue un año un tanto aciago para el vehículo eléctrico, debido a la contracción del consumo, que afectó de forma directa a la venta y matriculaciones de vehículos eléctricos, las previsiones de este año apuntan hacia una remontada, pero ¿en qué niveles se encuentran en estos momentos y en cuáles les gustaría en AEDIVE?

El 2020 fue un año aciago, en general, para todos los sectores productivos en España y el de la automoción se resintió de forma notable por el confinamiento y la incertidumbre que nos acompañó durante casi todo el año a causa del COVID.

Dicho esto, permítame que no comparta la esencia de su pregunta porque lo cierto es que la movilidad eléctrica incrementó sus ventas en más del 44% en 2020, sumando turismos, dos ruedas, comerciales e industriales, respecto al ejercicio anterior, y eso teniendo en cuenta que hubo meses de confinamiento, donde los ciudadanos no pudimos salir de nuestras viviendas y menos acudir a los concesionarios, que tardaron también su tiempo en recuperar el ritmo.

¿Podría haber sido mejor si no hubiera habido Covid? Sin duda. Pero crecer a ese porcentaje en el año 2020 lo considero un hito cuando la venta de coches, en general, se desplomó el año pasado un 32% y el renting casi un 31%, lo que das muestra de que la movilidad eléctrica está en pleno proceso de crecimiento y consolidación.

¿Cuál está siendo el impacto de los planes Moves en este mayor despegue?

El plan Moves ha tenido su parte de ‘responsabilidad’ en el crecimiento en matriculaciones pero, sinceramente, un plan de incentivos no es una estrategia que por sí sola consiga dinamizar un mercado. Creemos que el crecimiento de ventas en vehículos cero emisiones se debe, sobre todo, a factores como una mayor oferta de modelos a disponibilidad del mercado, un incremento en las autonomías, un equilibrio más cercano en precios con respecto a los modelos de combustión, una mayor concienciación ciudadana, que también se ve reforzada por una inversión publicitaria en torno a los modelos electrificados por parte de los fabricantes, como no se había visto hasta ahora, y un despliegue continuado de infraestructuras de recarga de acceso público que hacen visible ese desarrollo.

Sin duda, tenemos que seguir trabajando en todos esos frentes, porque aún queda mucho por hacer, pero no es menos cierto que la movilidad eléctrica sigue teniendo barreras, pero cada vez son menos altas.

Respecto a los planes de incentivos, lo más importante es incidir en la necesidad de que las Comunidades Autónomas saquen a la mayor brevedad sus respectivos planes regionales del Moves 3, anunciados por el Gobierno el 9 de abril de 2021 y publicada la orden de bases en el BOE el día siguiente, porque si no, estaremos perdiendo una ventana de oportunidad, en especial en lo que atañe a las flotas, que son las que ahora mismo suponen el grueso de las matriculaciones.

Desde AEDIVE piden que, para motivar aún más en la consecución del objetivo de llegar a los 250.000 eléctricos en 2023 sería importante contemplar una bajada del IVA, ¿cómo lo justifican y qué posibilidades hay de que se atienda esta petición?

Ya, en noviembre de 2020, la ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, afirmó al ser preguntada por una posible reducción del IVA de los coches eléctricos nuevos que «es un tema en el que nos mantenemos abiertos». Por lo tanto, entendemos que el Gobierno lo tiene en su agenda.

Desde AEDIVE siempre hemos defendido que una estrategia que se base solo en incentivos a la compra de vehículos eléctricos no es suficiente para dinamizar el sector y alcanzar los objetivos que el propio Ejecutivo se ha marcado para 2030 (cinco millones de vehículos eléctricos). Es imprescindible también una reforma fiscal que incida en las señales de precio para que los vehículos eléctricos sean más baratos que los de combustión, porque lo cierto es que ya son más baratos si se analiza su vida útil, dado que la recarga es sensiblemente más barata que el combustible y el mantenimiento es casi inexistente.

¿Cómo lo justificamos? Por un lado, desde AEDIVE creemos que, si hay un objetivo tan ambicioso como el que plantea el propio Ejecutivo para la movilidad eléctrica, es preciso poner en marcha las herramientas necesarias para lograrlo.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que en España tenemos uno de los parques vehiculares más avejentados de Europa, con una media de 13 años de antigüedad, lo que significa que hay más de seis millones de vehículos de combustión de más de 20 años, que son el gran problema sanitario que provoca muertes y enfermedades cardiopulmonares, además de los problemas derivados del ruido, que suponen un coste sanitario importante para las arcas del Estado.

Un análisis sesudo sobre el impacto de esos costes y su reducción si se transforma el parque automotriz por vehículos eléctricos da como resultado un equilibrio entre lo que supondría rebajar el IVA de los eléctricos y reducir los costes sanitarios al eliminar ese parque avejentado.

Si bien ese coste se convierte en una barrera para el despegue del eléctrico, también surge la necesidad para el usuario de contar con una red de recarga suficiente para poder circular de un lado a otro del país sin problemas de abastecimiento. ¿Cómo cree que está cubierta esa necesidad en estos momentos?

La infraestructura de recarga de acceso público se está desarrollando continuamente y son muchos los esfuerzos inversores que hacen los diferentes operadores de recarga para lograrlo y sin duda, existe un desconocimiento de cómo está a día de hoy este desarrollo.

Aun así, es cierto que necesitamos incrementar el número de puntos de recarga, que en España se vio afectada por una legislación devastadora que no hubo en ningún otro país del mundo, como fue el RD 647/2011 de gestores de carga, que en vez de impulsar el despliegue de estas infraestructuras, lo paralizó durante ocho años hasta que el RDL 15/2018 derogó la figura.

Ahora nos enfrentamos a otros problemas, como los retrasos en la concesión de permisos y licencias por parte de las administraciones públicas para instalar y operar estas infraestructuras de recarga, que hace que haya puntos de carga instalados que tardan más de dos años en poder operarse por estas dificultades. Por ello, desde AEDIVE trabajamos intensamente con el Gobierno, las administraciones regionales y locales para derribar estas barreras y con ello, acelerar el despliegue de puntos de carga de acceso público.

Comparativamente, ¿cómo nos encontramos en relación a nuestros socios europeos, tanto en el tema de las matriculaciones de VE como en la disponibilidad de puntos de recarga?

En España, estamos en un término medio, con países con un volumen de ventas de vehículos eléctricos mayor que el nuestro, y también en despliegue de infraestructuras de recarga de acceso público, pero con otros con otros países que se sitúan por debajo de nosotros. En cualquier caso, cada país europeo tiene su propia idiosincrasia y, por tanto, no se pueden comparar unos con otros, porque no somos iguales ni política, ni social, ni geográfica ni demográficamente.

Pero le diré en qué somos una referencia europea y mundial respecto a otros países europeos, y es en el hecho de que España tiene un ecosistema de la movilidad eléctrica a nivel industrial, tecnológico y de servicios que no tienen otros muchos países, ni siquiera grandes potencias europeas. En España se fabrican vehículos eléctricos de toda tipología y segmento, tenemos una industria auxiliar potente, con grupos españoles que trabajan en aleaciones más ligeras, cajas para baterías y otros desarrollos tecnológicos para la electrificación de vehículos.

Tenemos una industria solvente y de referencia mundial en infraestructuras de recarga, tanto de puntos de carga como de equipos de apoyo, como convertidores de potencia y transformadores. Tenemos una industria minera excepcional, siendo el tercer país de Europa en metales y minerales de alto valor para sectores como el energético, la telefonía móvil y el vehículo eléctrico, incluido el litio, con la segunda mina, más importante de Europa.

Y somos referentes en empresas que trabajan en la segunda vida de las baterías de los vehículos eléctricos, con proyectos que conoceremos en breve y que serán referencia mundial, y estamos trabajando intensamente para que en España hay una o más gigafactorías de baterías de vehículos eléctricos, con nuevos proyectos solventes que esperan el impulso de los fondos de recuperación del Next Generation.

¿Es factible, en los momentos, el anuncio de hace unos meses del Gobierno de disponer de 100.000 puntos de recarga también en 2023?

Un objetivo debe de ser ambicioso, por naturaleza, porque si no, no sería un objetivo. ¿Es alcanzable? Podemos lograrlo, pero para ello, previamente hay que resolver esas barreras a las que aludía anteriormente, respecto a la concesión de permisos y licencias por parte de las administraciones públicas y a que el Plan Moves 3 se desarrolle en cada comunidad y ciudad autónoma.

Desde luego, por parte de los operadores de recarga y de los fabricantes de puntos de carga y equipos auxiliares, el compromiso es absoluto, pero la pelota está en el tejado de quienes tienen que eliminar las barreras al despliegue.

¿Qué lectura hacen de la parte del Programa de Recuperación que afecta a la movilidad y que el Ejecutivo quiere acometer con fondos comunitarios?

Un monto de 13.200 millones de euros para la movilidad eléctrica es algo serio e importante, que debemos de gestionar de forma coordinada entre las administraciones públicas y la propia industria, para que se desarrollen los proyectos que permitan aprovechar ese dinero de forma eficiente. Desde AEDIVE, trabajamos en ese empeño y estamos a disposición de empresas y Gobierno para que aprovechemos una oportunidad histórica como la que tenemos con estos fondos.

¿Qué objetivos y proyectos tiene previsto materializar AEDIVE en este ejercicio de recuperación y, esperemos, vuelta a la normalidad?

Nuestro objetivo, más allá de materializar proyectos, pasa por acompañar al tejido empresarial e industrial del ecosistema de la movilidad eléctrica y a las administraciones públicas para que los proyectos privados y público-privados que se están diseñando y concretando lleguen a buen puerto.

En cierto modo, en AEDIVE nos consideramos aceleradores de negocio y lo que tratamos de conseguir es que la movilidad eléctrica sea un mercado productivo, porque eso es lo que hará que se consolide.