Ahorro energético en hospitales: una guía recoge medidas de eficiencia energética

Ahorro energético en hospitales: una guía recoge medidas de eficiencia energética

Un manual que acaba de publicar la compañía de soluciones eficientes, Linkener, resalta la  importancia de la eficiencia energética para los centros hospitalarios como oportunidad estratégica ante la COVID-19.

Es en el área de la climatización-ventilación, en la que se producen los mayores consumos energéticos de los hospitales con un 50%, donde hay un mayor rasgo  de mejora en cuanto a la eficiencia energética, y por tanto de ahorro, según se desprende del manual.

La guía recomienda, como primer punto de la gestión energética, la sustitución de los contadores fiscales por contadores inteligentes con telemedida para poder controlar los consumos y costes energéticos; así como realizar un seguimiento continuo del consumo de energía y mediante teleactuación, programar en remoto por fechas y horas el encendido y apagado de iluminación o equipos de climatización; además de controlar aquellos equipos que solo se quiere encender en las horas más baratas del mercado eléctrico y así tener en cuenta las nuevas condiciones de la tarifa eléctrica que entró en vigor el pasado 1 de junio.

El manual hace también  recomendaciones para el resto de consumos energéticos en centros hospitalarios que se dividen en:  11% en generación de vapor, 10% en equipamiento, 9% en iluminación, 8% en Agua Caliente Sanitaria (ACS), 3% en cocinas y cafeterías, y 4% en otros consumos.

En cuanto a la envolvente de edificios, la guía recomienda instalar láminas de control solar en ventanas. Además de utilizar sistemas de protección solar en los acristalamientos, bien fijos o regulables, mediante lamas o toldos. Y aprovechar reformas o rehabilitaciones del edificio para mejorar el aislamiento térmico.

 

Centrales de calor y frío

En las centrales de calor y frío, la recomendación incide en la sustitución de combustible gasóleo C por gas natural.; y en los  equipos de bombeo, se aconseja la utilización de motores eléctricos de alta eficiencia energética (IE3 o superior) en las bombas de circulación de los sistemas de climatización. Para las  unidades terminales y ventilación, la guía recomienda controlar las temperaturas consignas establecidas en los termostatos del centro y evitar que puedan ser manipuladas por cualquier usuario.

Por lo que se refiere a las unidades autónomas de climatización, aconseja sustituir los equipos convencionales por equipos con tecnología inverter, así como ubicar las unidades exteriores en lugares con sombra el mayor tiempo posible y que no haya elementos que obstruyan su salida.

 

Agua Caliente Sanitaria, por debajo de 60°C

Dentro del apartado de generación de vapor, el manual estipula, al igual que en las calderas de la central de calor, ajustar el exceso de aire comburente al mínimo y utilizar quemadores modulantes digitales en lugar de los mecánicos por etapas.

En ACS, además de otras medidas, se recomienda no exceder los 60°C en los depósitos de acumulación. Y en la iluminación, etiquetar los interruptores que controlan la iluminación de distintas áreas para evitar encendidos innecesarios y sustituir luminarias convencionales por sus equivalentes en tecnología LED.

Para los equipamientos en cocinas, la guía recomienda configurar las opciones de ahorro de energía en ordenadores como los tiempos del apagado de pantallas o suspensión del equipo o entrada en hibernación. Así como la utilización de regletas múltiples con interruptor para equipos ofimáticos o pequeños.

Respecto al consumo de agua, el manual asesora sustituir los grifos monomando por temporizadores o de cierre automático, y plantar plantas autóctonas de bajas necesidades hídricas con técnicas de riego eficientes como el riego localizado por goteo.

Por último, la guía hace una mención especial al apartado de otras prácticas responsables para las que recomienda utilizar diferentes cubos de reciclaje para realizar la separación de residuos que sean asimilables a los urbanos, solicitar papel reciclado o con certificación ambiental con menor impacto ambiental o invertir en formación del personal sobre usos responsables de las instalaciones y concienciación sobre el medio ambiente, entre otros.