Barcelona acoge la vivienda más sostenible de Europa

Barcelona acoge la vivienda más sostenible de Europa

Una construcción pasiva industrializada integrada por dos viviendas unifamiliares pareadas de 312 m2, ubicadas en la localidad barcelonesa de Sant Andreu de la Barc, se ha convertido en la vivienda más sostenible de Europa, tras obtener las dos máximas certificaciones en eficiencia energética y sostenibilidad en sus categorías más altas: Passivhaus Premium y 5 hojas Verde (Barcelona).

 

 

 

En su interior,  el ruido de los coches es imperceptible, no hay corrientes de aire, la temperatura no varía de una habitación a otra y el consumo energético es mínimo. La casa tiene, además, una  temperatura constante de entre 22 y 24 grados centígrados y la salubridad del aire que se respira en su interior está garantizada.

La vivienda, que es obra de la empresa especializada en construcción pasiva Arquima y ha contado con la colaboración de la Plataforma de Edificación Passivhaus y Green Building Council España, presenta un innovador diseño con el que se ha buscado ser un referente desde el punto de vista de la eficiencia energética y la sostenibilidad desde su fase inicial de concepción hasta su ejecución en obra.

La demanda energética de esta vivienda en calefacción y refrigeración es de 10kWh/m2, lo que se traduce “en un ahorro energético de más del 90% respecto a viviendas construidas según el Código Técnico de Edificación (CTE) de 2006 y en torno al 50% con la actualización del CTE que entró en vigor a finales de 2020”, indica José Antonio González, fundador y CEO de Arquima.

 

Madera para la estructura y exterior

Para la fabricación de la estructura de la vivienda se ha utilizado abeto de clase resistente C24 con una humedad inferior al 15%, mientras que para las fachadas y exteriores la empresa ha optado por madera Douglas sin albura, que confiere una durabilidad del todo natural y no necesita ningún tipo de mantenimiento. Además, la fachada se ha tintado en color gris con efecto de madera envejecida, característica que disimula los signos del paso del tiempo.

La decoración de la construcción va en concordancia con su estilo arquitectónico y constructivo: las paredes blancas y un suelo de madera natural consiguen un ambiente del todo natural.

La cocina, de estilo funcional y con isla central, dispone de electrodomésticos integrados en los muebles y se abre a un amplio salón-comedor en el que impera la sencillez y la calidez de la madera.

La decoración del dormitorio principal, tipo suite con baño y vestidor integrados, también es fiel al espíritu de la casa. Sus tonos sosegados y su gran practicidad convierten a esta estancia en un espacio ideal para el descanso.

 

Control domótico y renovables

El conjunto de instalaciones de este edificio se controla mediante un sistema domótico, que asegura un funcionamiento óptimo y las condiciones de confort idóneas en el interior de la vivienda: ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor, distribución de iluminación controlable mediante el sistema domótico, agua caliente sanitaria (ACS) generada con un equipo de aerotermia, climatización mediante suelo radiante e instalación de placas solares fotovoltaicas.

 

En el diseño de la vivienda también se ha tenido en cuenta detalles como la instalación de griferías que cumpliesen con las exigencias del caudal de agua, ya que la certificación VERDE exige unos valores muy reducidos, o que la vivienda contase con un cargador de coche eléctrico. Este último punto permite aprovechar la alta generación de energía fotovoltaica de la vivienda y que la energía usada para la carga del vehículo sea 100% renovable.

 

Certificación en sostenibilidad y eficiencia

En la actualidad, solo existen 19 viviendas en el mundo certificadas Passivhaus Premium (3 de ellas en España) y solo hay una vivienda prototipo con la certificación de Green Building Council España (GBCe) 5 Hojas Verde. La vivienda barcelonesa cuenta con ambas certificaciones, lo que la convierte en la única vivienda del continente europeo con la doble máxima certificación en sostenibilidad y eficiencia energética.

 

 

Como comenta Bruno Gutiérrez Cuevas, presidente de la Plataforma de Edificación Passivhaus(PEP), «el estándar Passivhaus es uno de los más exigentes del mundo en construcción energéticamente eficiente, garantiza la mínima demanda energética y aporta un alto confort interior, logrando mantener un ambiente interior saludable y una temperatura y humedad constantes y confortables durante todo el año mediante la optimización de los recursos existentes».

En cuanto a la  máxima certificación Verde, de Green Building Council España (GBCe),  evalúa el comportamiento sostenible del edificio en una escala de 1 a 5 hojas, teniendo en cuenta los aspectos ambientales, sociales y económicos en las áreas de: emplazamiento (movilidad, isla de calor o biodiversidad), eficiencia energética, gestión de recursos  (agua, elección de materiales o ACV), calidad del ambiente interior (calidad del aire, confort térmico, acústico y visual), integración social (espacios para todos, formación o comunicación) y calidad técnica (monitorización, puesta marcha o gestión de la documentación).

“Si hablamos de buena arquitectura, esta tiene que ser necesariamente sostenible», señala el director general de GBCe, Bruno Sauer.  «La certificación Verde o la europea DGNB, con su visión holística de la sostenibilidad, son la garantía de que los edificios evaluados aportan la máxima calidad y confort a sus habitantes y el mínimo impacto ambiental. Para hacer frente a la crisis climática es clave empujar al mercado hacia la sostenibilidad de los edificios”, concluye Sauer.