Bruselas lanza sus propuestas para modernizar la legislación europea sobre baterías

Bruselas lanza sus propuestas para modernizar la legislación europea sobre baterías

La Comisión Europea ha lanzado la propuesta de modernizar la legislación de la UE sobre baterías, al tiempo que presenta las primeras iniciativas anunciadas dentro del Plan de Acción para la Economía Circular.

Ese avance para lograr la neutralidad climática de la UE de aquí a 2050 implica contar con unas baterías sostenibles, de alto rendimiento y seguras a lo largo de todo su ciclo de vida, producidas con el menor impacto medioambiental posible y que garanticen, que al final de su vida útil, puedan reutilizarse, remanufacturarse o reciclarse, de forma que los materiales valiosos se reincorporen a la economía.

Sostenibilidad competitiva

En este contexto, la Comisión propone una serie requisitos obligatorios para todas las baterías comercializadas en la UE, y que abarcan tanto las industriales como de automóviles, vehículos eléctricos y portátiles. Se trata de requisitos relacionados con el uso de materiales de origen responsable o con un empleo restringido de sustancias peligrosas, el contenido mínimo de materiales reciclados, la huella de carbono, el rendimiento, la durabilidad y el etiquetado, así como el cumplimiento de los objetivos de recogida y reciclado. Elementos todos ellos esenciales para que la industria de baterías sea más sostenible y competitiva.

Ofrecer seguridad jurídica contribuirá además a desbloquear inversiones a gran escala y a impulsar la capacidad de producción de baterías innovadoras y sostenibles en Europa y el resto del mundo para satisfacer las necesidades de un mercado que crece rápidamente.

Minimizar el impacto medioambiental

Las medidas de la Comisión para mejorar las baterías y su rendimiento supondrán una contribución clave a la electrificación del transporte por carretera, contribuyendo a un mayor despegue de los vehículos eléctricos y facilitando una mayor cuota de fuentes renovables en la combinación energética de la UE.

Con esta propuesta, la Comisión también pretende impulsar la economía circular de la cadena de valor de las baterías y promover un uso más eficiente de los recursos con el fin de minimizar su impacto ambiental. Así, a partir del 1 de julio de 2024 solo podrán comercializarse las baterías de vehículos eléctricos e industriales recargables que cuenten con una declaración de huella de carbono.

Cerrando el círculo de mantener activos, y en el mayor tiempo posible, los materiales más valiosos utilizados en las baterías, la Comisión lanza las siguientes propuestas:

  • Mejorar la recogida y el reciclado de baterías portátiles, el porcentaje actual de recogida, pasando del actual 45% al 65 % en 2025 y al 70% en 2030, de forma que la economía no pierda los materiales de las baterías que utilizamos en los hogares.
  • Otras baterías, como las industriales, de automóviles o de vehículos eléctricos, deben recogerse íntegramente y reciclarse hasta alcanzar altos niveles de recuperación, en particular de materiales valiosos como el cobalto, el litio, el níquel y el plomo.
  • Establecer un marco que facilite la reutilización de las baterías de los vehículos eléctricos para que puedan tener una segunda vida, por ejemplo, como sistemas fijos de almacenamiento de energía o como parte de la red eléctrica como recurso energético.
  • El uso de nuevas tecnologías de la información, como el pasaporte para baterías y el espacio de datos asociado, serán fundamentales para un intercambio de datos seguro, una mayor transparencia en el mercado de las baterías y la trazabilidad de las baterías de gran tamaño a lo largo de su ciclo de vida. Permitirá a los fabricantes desarrollar productos y servicios innovadores como parte de la doble transición ecológica y digital.

Mediante las nuevas normas sobre la sostenibilidad de las baterías, la Comisión también promoverá a escala mundial la transición ecológica y establecerá un plan de acción para nuevas iniciativas en el marco de su política de productos sostenibles.