¿Cumplirá la edificación los objetivos climáticos?

¿Cumplirá la edificación los objetivos climáticos?

GBCe organizó en el Congreso Nacional de Medio Ambiente, Conama (21-24 noviembre, Madrid) una sesión dedicada a revisar la descarbonización de la edificación y constatar que el sector queda muy lejos de la neutralidad climática en 2050 si continúa por la senda prevista de actividades, construcción y rehabilitación.

 

Descarbonizar la edificación en 2050, un reto ambicioso

 

Los objetivos climáticos planteados por el Pacto Verde de la Unión Europea para el sector de la construcción, que es responsable del 40% de emisiones GEI, son ambiciosos.

 

Jorge Gallego Sánchez-Torija, miembro de la junta directiva de ACA, que hizo de moderador de la sesión en su primera parte, señaló que “Combatir el cambio climático significa que se acabó la barra libre y la energía barata”. Así mismo, se debe pasar de la forma de actuar como un cowboy que tiene el mundo a su disposición a un astronauta que debe hacer buen uso de los recursos disponibles. “Nada de esto es nuevo, pero apenas nos queda tiempo para revertir la situación”, finalizó.

 

Por su parte, Dolores Huerta Carrascosa, directora de GBCe presentó la última actualización de la hoja de ruta de la descarbonización en España del proyecto #BuildingLife que es un impulso en el que han participado 10 países para acelerar las ambiciones del Green Deal.

 

 

Huerta destacó  la falta de consideración del carbono embebido durante el ciclo de vida de las edificaciones, que supone una gran parte del total de CO2 emitido por el sector y con esta situación formuló la pregunta de ¿seremos capaces de lograr la neutralidad climática?, aunque sea una obligación por Ley. Huerta se mostró optimista a pesar de que con el escenario tendencial de emisiones para esta actividad (operativas y embebidas) nos deja lejos del objetivo dado que las emisiones embebidas incluso aumentan debido a vivienda nueva y a la rehabilitación.

 

Para cumplir con los objetivos no es suficiente la rehabilitación (que no solo es cambiar ventanas) y que debe suponer llevar a un edificio a su máximo posible, reduciendo un 60% sus emisiones, acelerar el cambio de equipos, reducir el consumo e incrementar la energía distribuida. Para reducir el carbono embebido es preciso acelerar la descarbonizacion de materiales y equipos (y desarrollar mucha I+D), aprovechar el parque de viviendas existentes y la racionalización de la nueva construcción. ”Cada m2 ha de valer la pena”, indicó.

 

Raquel Paule Martín, directora general de la Fundación Renovables indicó la necesidad de   incrementar la auosuficiencia, cumplir el Fit for 55 de la EU que aumenta los objetivos de reducción de emisiones en 2030 en un 55%, para en 2050 llegar a cero. “Estamos en emergencia climática”, recordó. En ese sentido hay que actuar en el 84% de los edificios (aquellos que cuentan con una Certificación Energética D o peor), así como en los edificios no residenciales con actuaciones de  autoconsumo e integración de la movilidad, eliminando el uso de combustibles fósiles.

 

Paule destacó que la rehabilitación energética de edificios es una de las principales medidas a desarrollar, primando la más alta eficiencia y si se consume, que sea energía renovable, incluyendo puntos de recarga de vehículos eléctricos, aparcamientos de bicicletas y tender a edificios inteligentes y autosuficientes. Para ello, los pilares a trabajar pasan por reducir la demanda energética (con medidas pasivas), segundo poner sistemas muy eficientes, revisar la movilidad  y fomentar la electrificación (especialmente la calefacción y el ACS con aerotermia),  y promover el autoconsumo, por eficiencia, porque permite que el sistema sea 100% renovable, lo que democratiza el sistema y evita la parte fija del contrato energético generando una energía limpia, barata, eficiente, que evita pérdidas en el transporte y usa un espacio urbanizado. Recordó los 3 tipos de autoconsumo: individual (un único instalación y consumidor con placas FV y si hay sobrante se recibe compensación), colectivo (el más importante, con varias instalaciones y consumidores y coeficientes de reparto sin intercambiar excedentes entre los vecinos) y por último las comunidades energéticas (para todos, en un radio de 2000m y que permite desarrollar rehabilitación energética), que supone una nueva forma de consumir y producir.

 

De esta forma la rehabilitación energética es el comienzo para ir a una regeneración urbana, no pensando en los coches sino en las personas.

 

 

Valvanera Ulargui Aparicio, directora de la Oficina Española de Cambio Climático del MITERD señalo que “Nada de esto es nuevo, pero apenas nos queda tiempo para revertir la situación” y lo lejos que estamos de cumplir con el objetivo del Acuerdo de París, si bien las herramientas para frenarlo existen. “El parque de edificios español tiene un enorme potencial de ahorro energético y transición, y, aunque el sector de la construcción está descendiendo sus emisiones GEI, debemos hacer más. Los hitos están bien delimitados”. Para ello, señala que la eficiencia energética es la respuesta, tanto de la mano pública como del sector financiero, que desde la COP 27 ha hecho su aparición.

 

Iniciativas del sector para la descarbonización

 

La segunda sesión de la jornada de descarbonización de la edificación en Conama contó con la moderación de Raquel Díez, responsable de proyectos europeos de GBCe, quien repasó los hitos para la limitación del carbono y la transformación de los edificios construidos en todo el ciclo de vida: reducir temperaturas (medir), limitar una comportamiento mínimo de los edificios, la necesidad de abordar la rehabilitación con más fuerza, introducir energías renovables, prescindir de combustibles fósiles, descarbonización, la valoración de los residuos y desarrollar una colaboración público privada. En función de estos hitos se presentaron diferentes iniciativas.

 

 

María Martín Vega, de AEICE, presentó el proyecto ACV 4.0, que señala a la digitalización como una oportunidad para medir los impactos medioambientales asociados a los procesos de fabricación de un producto. “Queremos encontrar una declaración ambiental del producto a nivel real”, explica. La ventaja de usar esto es hacer un análisis exhaustivo de los procesos, que nos permite tener en cuenta los costes tanto ambientales como económicos.

 

Giorgos Tragopoulos, como portavoz de Ecómetro expuso como ejemplo la certificación CO2nulo, diseñada por la asociación y con la que se ha certificado la sede de Greenpeace. Con el apoyo del MITERD, la certificación cumple 5 criterios, todos ellos dirigidos a revalorizar al alza el sector. Se debe medir el impacto, minimizarlo, compensarlo con programas de compensación reconocidos, electrificar los consumos y utilizar energías 100% renovables.

 

Ariadna Campins Martin, de CATEB, expuso ‘El libro digital del edificio’, la herramienta digital (incidiendo en esta característica, digital) de soporte para la redacción de este documento que Campins considera necesaria para cerrar el círculo de la economía circular. Su objetivo es pasar de lo estático a lo dinámico y acercar el libro del edificio a la ciudadanía general.

 

Ignacio Oteiza San José presentó la Plataforma-Habita Madrid que está llevando el Instituto Torroja (CSIC) con el Ayuntamiento de la capital para medir el análisis del confort, los consumos y el impacto de la rehabilitación energética de edificios residenciales en Madrid. La meta es obtener información para concienciar a la población madrileña del impacto que supone la rehabilitación energética residencial. Con la información recogida desde las viviendas adheridas al plan ‘Rehabilita Madrid 2020’ tras la rehabilitación del edificio se determina así si las medidas adoptadas han sido efectivas. En caso de ser positivas, se anima con ellas a adquirir hábitos que mejoren el confort y la eficiencia energética de la población por la población.

 

Iván Madrigal Martínez, de EOS Energy, habló de la rehabilitación integral energética de los edificios como principal solución para la descarbonización edificatoria. Propone rehabilitar edificios de forma que la obra y el nuevo mantenimiento sea más barato que el mantenimiento anterior. Lo hacen garantizando ahorros por contrato y poniendo techo de gasto a través de un interlocutor único. Hecha la rehabilitación, se compensan los gastos con beneficios y las ayudas de los fondos permiten contrataciones.

 

Daniel Sanz Martínez, Project manager de Ecodes, presentó la ‘Plataforma por la Descarbonización de la Calefacción y el Agua Caliente Sanitaria’, que supone una oportunidad y un reto, dado que la calefacción tiene un peso similar en emisiones al transporte por carretera, pero no se conoce lo que es una bomba de calor, señaló. Con esta iniciativa se busca también la independencia energética. A través de un conglomerado de organizaciones junto con la sociedad civil para empujar la descarbonizacion en estas instalaciones. Para ello se ha desarrollado un manifiesto en el que se recalca que no son peticiones, sino un punto de partida de dialogo con todos para buscar:

  • La eficiencia energética a través de la rehabilitación de viviendas
  • Fortalecimiento de sinergias
  • Conseguir objetivos concretos
  • Una inversión masiva
  • Información coherente (con una campaña de comunicación)
  • Atajar la pobreza energética

Se va a establecer una hoja de ruta de esta Plataforma, que coordinará GBCe, que se quiere que sirva de inspiración.

 

 

La última presentación de la sesión corrió a cargo de Licinio Alfaro que expuso HOUSEFUL, un proyecto I+D+I que se presenta como una solución a la falta de recursos naturales de la EU para alcanzar sus objetivos. ITeC propone una solución que utiliza los materiales ya existentes para poder explotarlos y reutilizarlos de manera específica por medio de un software especializado.

 

Desarrollar un modelo de construcción de bajo coste

 

En la última parte de la sesión se presentó el proyecto Life Renatural NZEB, por parte de Esther Gamero Ceballos-Zúñiga de la Junta de Extremadura. El proyecto apuesta por la rehabilitación de materiales naturales reciclados para desarrollar un modelo de construcción de bajo coste y consumo de energía casi nula.

 

Antonio José Lara Bocanegra, investigador de la UPM expuso el caso de un edificio construido netamente con madera local (Edificio Impulso Verde), impulsado por el proyecto LIFE Lugo-Biodinámica. “Madera sí, pero madera variada, próxima y certificada”. Además, cuanta con un diseño que apuesta por la exactitud para que no haya imprevistos “que se traduzcan en emisiones”.

 

Carmen Vázquez Moreno, de Habitabio, expuso la bioconstrucción como solución para la problemática del carbono embebido, y apuesta por la paja como material. Los paneles prefabricados de paja, además de contar con una bajísima emisión de GEI en su producción e incluso contar con beneficios, es una eficaz forma de construcción con baja inversión de recursos.

 

Por último, Pablo Maroto Millán, director técnico de la empresa Kanuf  presentó la iniciativa ‘Knauf to Cradle’ con la que pretende reciclar y reconvertir el yeso de sus placas laminadas y cartón en otros materiales para la construcción. Para hacerlo han hecho ciertos cambios en su cadena de producción, como hacer que no haya nada de CMR, y usar circuitos cerrados de agua.

 

Para finalizar la jornada, Albert Cuchí i Burgos, de la UPM, moderó una mesa redonda para debatir sobre la mejora de las propiedades energéticas de los edificios y la rápida certificación energética. “Si todos los edificios y sus electrodomésticos hubiesen sido de clase A en 2013 nos habríamos ahorrado 10.000 millones de euros en combustibles fósiles, recortes en educación y sanidad. Los parques de edificaciones sin eficiencia energética causan dolor. Dolor social”, indicó.

 

Begoña Serrano Lanzarote, del IVE, dio una visión más optimista mientras otros como Peio Mendia Baigorri o Mario García Tejera, de CEPCO. Estos últimos hicieron referencia a un tema muy reiterado en toda la sesión, y es la importancia de una sociedad concienciada que aún no ha llegado. Para ello, como señala Mendia Baigorri, se debe contar tanto como ayudas sociales para paliar la pobreza energética como con pautas claras, aun si eso implica que se deban tomar soluciones políticas difíciles y hacer leyes de obligado cumplimiento que sean impopulares. Marta Vall-Ilossera, presidenta del CSCAE señaló, en esta línea, lo importante de una sociedad concienciada que pueda contar cara a cara con la ayuda de un sector bien formado para realizar esta transición y cumplir con el Green Deal. Todos estaban de acuerdo con Begoña Serrano, quien  cerró la mesa redonda señalando que “Si algo he aprendido tras todos estos años en el sector es que sin usuario, no hay rehabilitación”.