El debate artificial de la contabilización de calefacción central

El debate artificial de la contabilización de calefacción central

Balance mejorable y debate artificial. La contabilización individual de consumos es una oportunidad que no podemos desaprovechar, en opinión del presidente de AERCCA. Además de incidir en la reducción de emisiones contaminantes y ser un atractivo económico para instaladores y usuarios, implica transparencia en los consumos de calefacción.

 

Ignacio Abati. Presidente de AERCCA

 

 

 

Tras casi 18 meses de la publicación del RD 736/2020 sobre contabilización individual en instalaciones en calefacción central, el balance es aún muy mejorable. El objetivo perseguido, que no es otro que 1,5 millones de familias ahorren en su calefacción sin perder confort, y que nuestro país deje de emitir a la atmósfera casi 1 millón de toneladas de CO2 cada año, está lejos de cumplirse. Es una pena, sin duda, una oportunidad que estamos perdiendo, aunque con poco que hagamos se puede resolver.

 

Un debate de espaldas al principal beneficiado: los consumidores

En el año y medio de vigencia de la normativa que propone la instalación de contadores y repartidores de costes en edificios con calefacción central se ha debatido mucho sobre el tema. En realidad, más que debatir, hay quien ha intentado poner cuantas piedras en el camino ha podido para que la nueva normativa, sencillamente, no se cumpla. Eso no supondría problema alguno, debatir contribuye siempre, supone construir con solidez, y el debate es siempre positivo. A los que hemos trabajado tantos años para conseguir una norma que ayude a las familias a ahorrar nos encantaría debatir sobre argumentos basados en estudios, encuestas, análisis, etc. que tengan un mínimo rigor. Pero sólo hemos escuchado opiniones, respetables siempre, pero carentes,  desde nuestro punto de vista y en la gran mayoría de los casos, de fundamento alguno.

 

Se ha creado un debate artificial en torno a un cálculo de plazo de amortización diseñado por el Gobierno con un espíritu muy diferente de lo que se está utilizando

 

El que haya opiniones diversas, en realidad, tampoco supone un problema, incluso es bueno un intercambio de pareceres. El problema surge cuando esas opiniones son contrarias, siempre a nuestro entender, a la normativa, y sobre todo, cuando son opiniones que tratan de influir en contra de los intereses de los que verdaderamente se benefician, porque ahorran dinero y energía: los consumidores.

 

Un debate artificial: el cálculo del plazo de amortización

El RD 736/2020 de contabilización individual en edificios con calefacción central obliga a la instalación de contadores o repartidores de costes de calefacción a aquellos edificios para los que la inversión a realizar en estos dispositivos y el servicio sobre ellos se amortice en menos de 4 años.

 

 

En ningún momento el texto de la norma (ni de las Directivas que transpone) dice que para el cálculo de dicho plazo de amortización haya que considerar ninguna otra inversión que no sea la de los propios dispositivos de medición. De hecho, dice claramente lo contrario: el artículo Art.4.2.a determina que el cálculo del plazo de amortización  “Deberá incluir información sobre los costes reales de la instalación de los sistemas de contabilización individual y obras anejas necesarios para cumplir con la obligación establecida por la Directiva 2012/27/UE, así como el coste de la lectura, gestión y liquidación de los consumos”. Y por si no quedara claro aún, el Artículo Art.4.2.b, insiste “Deberá concluir, positiva o negativamente, sobre la viabilidad técnica y rentabilidad económica de la instalación de un sistema de contabilización individualizada de los referidos en el apartado 3, esto es, contadores individuales o, cuando así proceda para el caso de calefacción, repartidores de costes de calefacción.”

Por tanto, si usted tiene un cálculo de viabilidad que ha resultado con un plazo de amortización de más de cuatro años, y cree estar exento del cumplimiento de la normativa, y en la inversión necesaria se han introducido válvulas termostáticas, bombas, o cualquier otro elemento que no sea contador o repartidor de costes, podría estar, siempre a nuestro entender, incumpliendo la normativa vigente.

 

Para el instalador profesional la contabilización individual de consumos de calefacción supone una oportunidad de negocio muy importante

 

Se ha creado, por tanto, un debate artificial en torno a un cálculo de plazo de amortización diseñado por el Gobierno con un espíritu muy diferente de lo que se está utilizando. Se pretende con el cálculo del plazo de amortización dejar exentos a aquellos edificios existentes que realmente han hecho un esfuerzo por optimizar su eficiencia energética. Si son edificios muy bien aislados, tienen una caldera de calefacción muy optimizada, o simplemente tienen las herramientas necesarias para una óptima regulación, la instalación de otras medidas de eficiencia energética como la contabilización individual no va a contribuir mucho más, y por tanto quedarán exentos de esa obligación. Pero esos edificios son los mínimos.

 

Lo que no deberíamos perdernos

No podemos olvidarnos de lo que nos jugamos. Además del indiscutible beneficio para el consumidor, que ahorrará una media de 230 euros al año en su calefacción, para el instalador profesional la contabilización individual de consumos de calefacción supone una oportunidad de negocio muy importante. Habrá que instalar  repartidores de costes y válvulas en casi 8 millones de radiadores en los próximos 3 años, lo que supone un volumen de negocio, para los instaladores, de más de 150 millones de euros.

Pero además del significativo atractivo económico para instaladores y usuarios, es que el usuario final va a tener algo que nunca ha tenido antes: transparencia en sus consumos de calefacción. Y eso, junto con las herramientas necesarias para poder actuar sobre su propio consumo, es lo que le hará ahorrar.

El recibo de calefacción que recibirán los propietarios e inquilinos será mucho más completo, con muchas más información para que el usuario entienda cómo, donde y cuando consume su calefacción. Se parecerá a los recibos de gas o agua que todos conocemos.

 

Más información para el usuario final

Las liquidaciones incluirán información de consumos históricos, comparativa con consumidores similares, información sobre dónde y cómo reclamar, información sobre el combustible utilizado, emisiones de CO2, etc. Todo ello, para poner a disposición del consumidor final toda la información que necesita sobre su consumo en calefacción.

La nueva norma tiene como objetivo prioritario, en síntesis, la reducción de emisiones vía el ahorro y la gestión eficiente de las instalaciones térmicas en edificios. Para alcanzar dicho objetivo se centra principalmente en dos aspectos: en primer lugar, hacer que cada vivienda pague por la calefacción que consume, invalidando fórmulas de cálculo de costes de calefacción en base a coeficientes de comunidad, número de radiadores, etc. Y el segundo es la transparencia: que las familias tengan a su disposición toda la información de sus consumos de forma rápida, fácil y frecuente, porque sólo sabiendo donde, como, y cuando consumes tu energía, puedes tomar las mejores decisiones para ahorrar. No podemos permitirnos que por simples opiniones perdamos esta oportunidad.