En España, la financiación sostenible se incrementa en un 45% en el último ejercicio

En España, la financiación sostenible se incrementa en un 45% en el último ejercicio

Con crecimientos del 45% en 20202, la financiación sostenible gana adeptos en nuestro país, hasta convertirse en una herramienta básica para transformar el modelo de negocio de las empresas. En  línea con ello, los bonos verdes, con un 79% de incremento, despuntan como los productos financieros sostenibles que más fortaleza evidencian, sobre todo en actividades relacionadas con las energías renovables y eficiencia energética, según se desprende del informe ‘El papel de las finanzas sostenibles en el sector de la energía’, elaborado por Deloitte y publicado por Fundación Naturgy.

Protagonistas de la transición

Procesando que las finanzas sostenibles serán instrumentos imprescindibles “para reorientar los flujos de capital hacia los objetivos de descarbonización y sostenibilidad”, Concha Iglesias, socia responsable de Clima y Sostenibilidad de Deloitte España y coautora del informe, sostiene que “el sector de la energía es protagonista de esta transición”.

Iglesias no sólo reconoció que “las empresas energéticas están acometiendo importantes inversiones en materia de energías renovables, eficiencia, modernización, nuevos vectores energéticos y digitalización de la red”, sino que también están apuntalando su papel de innovadoras en el campo de las tecnologías relacionadas con la captura de carbono o el almacenamiento de energía.

Una opinión compartida por Oliverio Álvarez, socio responsable de Regulación en Energía de Deloitte España, quien además sostuvo que “de acuerdo a las estimaciones del Gobierno, más del 50% de las inversiones que va a requerir la transformación a 2030 van a estar destinadas al sector energético, concretamente a medidas relacionadas con la electrificación, las energías renovables o el desarrollo de las redes”. Para Álvarez, todo eso supone “además de un importante retorno financiero para los proyectos bien planificados y ejecutados”, ver cómo se va acelerando la subida del PIB y se crea empleo, al tiempo que se mejoran los indicadores medioambientales y de salud.

El sector energético ve en las finanzas sostenibles un instrumento clave que le permite acometer nuevos proyectos de acuerdo a los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG en sus siglas en inglés). Y en ese escenario de mayor confianza, la financiación sostenible ha visto cómo sus cifras se han multiplicado por 9 en cinco años, según este estudio que da un repaso a los últimos cinco años, teniendo en cuenta bonos verdes, sostenibles y sociales, y préstamos y créditos verdes y ligados a la sostenibilidad.

Volúmenes que se disparan

Si bien, a nivel mundial, la financiación sostenible representó un volumen de casi 2.000 miles de millones de dólares en ese periodo, de los cuales 732.000 millones corresponden a 2020,  en España las cifras de los últimos cinco años se han disparado, hasta alcanzar los 33.000 millones de euros, lo que equivale a ese crecimiento del 45% respecto al año anterior. De hecho, en el periodo comprendido entre 2016-2020, el volumen total de financiación sostenible ascendió a cerca de 85.861 millones de euros.

Otra variable a tener en cuenta es que, en 2020, el volumen de los préstamos y créditos sostenibles concedidos en nuestro superó el valor de los bonos sostenibles, situándose en el 55% del total de la financiación sostenible. Por eso, y con el añadido de que el crecimiento de las finanzas sostenibles debe ir acompañado de una regulación que lo estandarice y lo impulse, el informe recoge los objetivos e importancia de la Taxonomía de la UE, “un ambicioso plan de acción para desarrollar y regular la financiación sostenible, en el que un tercio de las actividades son traccionadas por el sector energético”, destaca Foncea.

Cumplir con la Agenda 2030 y hacer frente a los objetivos que plantea la transición ecológica y social requiere de un gran volumen de recursos públicos y privados, lo que se traduce en importantes oportunidades de inversión para los mercados financieros, así como de crecimiento económico y social. De acuerdo con ello, el Green Deal de la Comisión Europea prevé movilizar al menos un billón de euros de inversiones sostenibles durante la próxima década, y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 cuantifica inversiones por valor de 241 miles de millones de euros.