IVACE activa la certificación acreditativa para poder deducir el 40% en el IRPF

IVACE activa la certificación acreditativa para poder deducir el 40% en el IRPF

El Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado los requisitos y procedimientos establecidos por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) para obtener el certificado acreditativo que permite que los proyectos de energías renovables y de autoconsumo obtengan una deducción fiscal del 40% en el tramo autonómico del IRPF.

Esta deducción fiscal ha pasado, este año, del 20 al 40% duplicando su porcentaje y fijando una base máxima de deducción de 8.000 euros, a la que se poder optar contando con la certificación acreditativa del proyecto del Ivace. Recuerdan desde la entidad que las solicitudes de tramitación de la certificación se pueden realizar tanto por correo electrónico como de forma presencial en las instalaciones del Ivace, una vez realizada las inversiones en las instalaciones individuales de la vivienda habitual o en instalaciones colectivas de los edificios, bien en el ámbito de autoconsumo eléctrico, producción de energía térmica a partir de energía solar, biomasa o energía geotérmica para generación de agua caliente sanitaria, calefacción o climatización.

Igualmente se aplicará a las instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de energía solar fotovoltaica o eólica, para electrificación de viviendas aisladas de la red eléctrica de distribución y cuya conexión a esta sea inviable.

¿Cuáles son las ventajas de la deducción fiscal?

Entre las ventajas que aporta la deducción fiscal frente a la subvención a fondo perdido figura la simplificación al máximo del trámite documental, ya que con la fórmula de la subvención a fondo perdido, se debía aportar una gran cantidad de información, con la que en numerosas ocasiones los ciudadanos no están familiarizados.

Además, beneficia a las empresas instaladoras a lo largo de todo el año. Según el Ivace, la subvención a fondo perdido generaba actividad en plazos concretos “por su efecto llamada”, para luego ir decreciendo la actividad hasta “disiparse”.

A eso se suma que no hay que tributar la ayuda, al contrario, se trata de una deducción y, además, de aplicación inmediata en el momento de realizar la declaración de la renta. Mientras que con la subvención a fondo perdido los plazos de tramitación y pago de la ayuda son superiores.