Jorge Morales de Labra aconseja preparar nuestro sistema energético para que los precios no sean fijados por “los mercados”

Jorge Morales de Labra aconseja preparar nuestro sistema energético para que los precios no sean fijados por “los mercados”

En estos días de máximos históricos en los precios de la luz en el mercado mayorista, triplicando incluso la media de 2020, cobra de nuevo el debate de por qué se producen esos incrementos en momentos tan críticos.

Si bien el precio lo marca un sistema informático en el que se tienen en cuenta las ofertas a nivel europeo, las claves tienen su origen en la alta demanda de estos días, debido a la inédita ola de frío que dejó a su paso la borrasca Filomena, la moderada producción de renovables –con escaso sol y viento- y los precios disparados del gas a nivel internacional. Estas variables propician un coctel perfecto para esas subidas desmesuradas en un sistema donde cada tipo de energía entra en el mercado por orden de coste, siendo la última de ellas la que marca el precio final.

Precios disparados

Con unos incrementos disparados, que han llegado a rozar porcentajes del 36% con una media de 95 euros por MWh en contrapartida a los 35 euros de media de 2020, el experto energético Jorge Morales de Labra suma a esos factores “una normativa absurda que permite que agua y nucleares cobren mucho más con los mismos costes”. En su blog, no sólo vaticina que “estos episodios se sigan sucediendo en el tiempo”, sino que alerta sobre la necesidad de “preparar nuestro sistema energético” para conseguir que no sean “los mercados” los que fijen los precios.

Recordando que 2020 nos dejó con “precios mayoristas de la electricidad que marcaron mínimos de la década», al alcanzar «una media anual inferior a los 35 €/MWh”, las subidas actuales, de continuar en el tiempo, podrían impactar significativamente en la factura de un consumidor doméstico acogido a tarifa variable. Sus cálculos conducen a que, de mantenerse los precios durante todo el mes de enero, “esa factura de un consumidor con 4,6 kW de potencia contratada y 3.500 kWh/año de consumo rondaría los 75 €, 20 más que la media de 2020”.

Declaraciones de Ribera

Esa percepción no es compartida por la ministra Teresa Ribera que, en unas polémicas declaraciones a la agencia EFE, argumentó que esa subida en los precios mayoristas de la luz “se notará muy poco” en la factura final.

A pesar de que el precio registrado el fin de semana sea el segundo más alto de la historia, Ribera calificó el episodio de “coyuntural”, insistiendo en que «conforme pase la ola de frío, los precios volverán a normalizarse”, ya que “no es ese crecimiento lineal con el que a veces nos puede dar la impresión que nos estamos enfrentando”. Estima que, aunque los precios continúen altos un tiempo más, a lo largo de enero y principios de febrero vuelvan a sus horquillas normales o incluso más bajos.

En Facua-Consumidores en Acción no comparten tampoco esa idea y creen que los precios sí afectarán a los bolsillos de los consumidores por lo que reclaman que el Gobierno cumpla con “los compromisos adquiridos” de «reducir el porcentaje que representa el término de potencia» y «que el término variable de la componente regulada sea incremental en función de la energía consumida, de forma que el coste a pagar por las personas consumidoras por los primeros kWh sea inferior a los siguientes, incentivando la eficiencia energética».

Esta organización también reclama una bajada sustancial de los impuestos indirectos que se aplican a la factura eléctrica de las familias, que superan el 27%, al sumarse el IVA general del 21% con el impuesto especial sobre la electricidad.

Con todo, el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE) marca nuevas subidas en el precio medio de la electricidad para hoy, con 89,94 MWh, un máximo de 112,84 y un mínimo de 61,35 euros.