La nueva movilidad tras la emergencia sanitaria del Covid-19

La nueva movilidad tras la emergencia sanitaria del Covid-19

Por Adriano Mones. Presidente de AEDIVE

 

La llegada del Covid-19 ha supuesto un cambio impensable en nuestras vidas hace tan solo unos meses, justo cuando encaramos la segunda década de este siglo, que ha tenido consecuencias en todos los ámbitos de nuestra actividad, tanto personal como profesional.

Una de estas consecuencias ha sido la reducción, y en algunos casos la anulación, de la movilidad. Este hecho, perfectamente comprensible y justificable para combatir y revertir los efectos sanitarios de la pandemia, ha provocado un parón generalizado en casi todos los sectores económicos, incidiendo en industrias como la de la automoción, la de componentes, infraestructuras y servicios de movilidad, entre otros, de manera muy acusada.

Caídas en las matriculaciones

A corto plazo, esto ha supuesto, entre otras cosas, que las ventas acumuladas de vehículos eléctricos en el presente año “solo” crezcan un 26,5% en nuestro país, cuando deberían haberlo hecho a tasas muy superiores según estimaciones previas a la pandemia. Para alcanzar los acuerdos de París, en España este año tendrían que venderse más de 60.000 vehículos eléctricos, y a cierre de mayo se han registrado 10.649, poco más de la sexta parte.

De mantenerse esta tendencia, sin un plan de estímulo que la pudiera revertir, es seguro que, a finales de año, las ventas de vehículos eléctricos no superarán las cifras de matriculaciones del año pasado.

Ante la inminente publicación por parte del Gobierno del plan de ayudas Moves2020 por un monto de 65 millones de euros y mejoras en su redactado con respecto al de 2019 para agilizar la tramitación y el acceso de los ciudadanos y empresas a las ayudas, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, AEDIVE, se está poniendo a disposición de los diferentes gobiernos autonómicos para colaborar en la difusión del plan y solicitar que agilicen los trámites para el reparto de estas ayudas y el procedimiento para solicitarlas. Desde la organización que presido, también hemos colaborado con el IDAE en la concepción de este tipo de estímulos y en la necesidad de que tengan en cuenta a toda la cadena de valor de la movilidad eléctrica.

La movilidad eléctrica supone una nueva revolución tecnológica, industrial y de servicios ya es una realidad.

Que la movilidad eléctrica supone una nueva revolución tecnológica, industrial y de servicios ya es una realidad, sobre todo en aquellos países que han apostado incondicionalmente por promover incentivos a la generación de energías limpias, el almacenamiento energético y la generación distribuida, así como a la adquisición de vehículos eléctricos, despliegue de infraestructuras de recarga, uso de servicios de movilidad compartida, etc., y todo ello acompañado de medidas adicionales orientadas a estimular la demanda.

Interactuar con la red

No podemos soslayar el papel del vehículo eléctrico en el futuro, pues será el único medio de transporte que sirva como elemento regulador del sistema eléctrico, al ser el único sistema de propulsión capaz de interactuar con la red, además de ser un elemento determinante en la paulatina reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera.

Otra ventaja que cabe destacar de la electromovilidad es la oportunidad de “democratizar” la movilidad mediante la puesta en marcha de nuevos modelos de negocio que empoderan al usuario gracias al “pago por uso” de los servicios de transporte que necesita.

Es obvio que tras superar la crisis sanitaria y también desde la perspectiva macroeconómica, no volveremos, al menos de forma inmediata, a recuperar el nivel económico que tenía nuestra sociedad en el momento previo al Covid-19. De ahí el surgimiento de nuevas iniciativas como, por ejemplo, la de incentivar el achatarramiento del parque automovilístico “envejecido” y más contaminante a cambio de bonificaciones al uso del vehículo compartido, medidas que algunas comunidades autónomas ya están diseñando con la colaboración de AEDIVE y que vienen a dar respuesta a las dificultades que afrontará el transporte público colectivo debido a las medidas de distanciamiento social e incluso, al temor de muchos ciudadanos a las aglomeraciones.

Nueva normalidad y movilidad

En toda esta nueva normalidad y movilidad, cabe resaltar la relevancia de nuestra asociación, que cumple este año una década de existencia asesorando en lo que a la electrificación del transporte se refiere, no sólo a los grupos de interés en la materia (tanto públicos como privados) en nuestro país, sino también y cada vez más, en el extranjero, tanto en Europa como en la región de América Latina y El Caribe, donde la eclosión de la movilidad eléctrica es inminente y con ella, las oportunidades de negocio y empleo. Esto es debido a que contamos con empresas nacionales e internacionales líderes en los eslabones de la cadena de valor del sector y con un gran equipo de personas que realizan una excelente labor profesional en aras de un mundo mejor para todos.