La solar térmica tendrá un «gran crecimiento» en 2022, según ASIT

La solar térmica tendrá un «gran crecimiento» en 2022, según ASIT

La solar térmica, que tendrá «un gran crecimiento en 2022», según las previsiones de la Asociación de la Industria Solar Térmica, ASIT, será uno de los sectores protagonistas de la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente, Genera 2021, que se celebra del  16 al 18 de noviembre en Ifema Madrid.

El despegue de este  mercado será consecuencia del aumento de la nueva construcción de edificios y a las importantes ayudas a las renovables térmicas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que ya están gestionando las CCAA y que tendrán fondos hasta finales de 2023. Estas ayudas pueden alcanzar subvenciones a fondo perdido de más del 60% en algunas instalaciones solares térmicas. Además de las actuales líneas de ayudas al sector residencial, también se publicarán convocatorias de ayudas para renovables térmicas en el sector terciario e industrial.

 

Mercado estable y consolidado

Como se desprende del estudio realizado por ASIT, a lo largo de 2020 se han instalado en España un total de 133,5 MWth (190.650 M2),  superándose la cifra de 3,28 GWth en el acumulado de potencia instalada en nuestro país, que equivalen a más de 4,7 millones de m2 instalados y en operación en España.

El segmento de mercado del Código Técnico de la Edificación ha disminuido un 9% respecto a 2019 (165.650 M2 en 2020 vs 182.300 M2 en 2019), en concordancia con la disminución de viviendas finalizadas en 2020 respecto al 2019. En el primer semestre de 2021, según la encuesta de mercado, se ha obtenido un incremento del 1% respecto al primer semestre de 2020, lo que confirma que el mercado sigue creciendo y se espera s que lo haga más en este segundo semestre.

Estos datos permiten percibir un «mercado estable, consolidado y con grandes expectativas de crecimiento, en búsqueda de nuevos nichos de mercado como el sector industrial y las redes de calor, más allá del sector residencial y el sector terciario», según interpreta la patronal del sector. Con rendimientos superiores al 70%, los captadores solares térmicos son el método más eficiente para generar más energía (calor) en el menor espacio, con contaminación cero e impacto nulo.  Los fabricantes están constantemente mejorando su eficiencia e innovando en sus diseños, haciéndolos más ligeros, mejorando su integración, y, si la aplicación lo requiere, concentrando su capacidad de captación para conseguir mayores temperaturas en menores espacios.

 

Tecnología madura

El análisis del mercado de la solar térmica hace referencia a  una tecnología madura y que funciona «perfectamente» con un sector preparado para el desarrollo correcto de instalaciones. Cuenta con proyectistas e instaladores con sobrada experiencia y fabricantes con soluciones técnicas cada vez más sencillas, fiables y con menos necesidades de mantenimiento. Por todo ello, «las instalaciones que se hacen actualmente funcionan perfectamente gracias a la experiencia adquirida durante 10 años de repercusión del CTE, las nuevas instalaciones se diseñan, se ejecutan y se mantienen de manera correcta, esto hace que los usuarios perciban ahorros muy importantes a nivel energético y económico».

En concreto, en España existe una capacidad aproximada de producción de 1.000.000 M2. En 2o20 se fabricaron 206.375 M2 (igual que en 2019), el 20% de su potencial, de los cuales 66.875 M2 se instalaron en España y 139.500 M2 se exportaron. Las empresas fabricantes de captadores con fábrica en España han suministrado el 33% de los captadores instalados en nuestro país.

Por otra parte, se ha registrado un incremento en la actividad exportadora de las empresas fabricantes ubicadas en el estado español respecto del año anterior (+8%), lo que demuestra la competitividad de sus captadores, siendo un acicate para «seguir creciendo e innovando, diversificando riesgos al multiplicar la presencia de sus productos».

 

Factores de crecimiento

Teniendo en cuenta que las soluciones de calefacción renovables desempeñarán un papel prominente para lograr un escenario de 2050 descarbonizado, las previsiones apuntan a que la solar  térmica cubrirá al menos el 10% de la demanda de energía final para calefacción y refrigeración en Europa.

Otro vector de crecimiento podría ser la calefacción urbana a base de energía solar, que  puede ser más rentable que la que utiliza gas, por lo que se espera que esta tecnología sea de ayuda para el alivio máximo de la estación cálida, cuando la mayor parte de la energía de la red se desperdicia, y cuando la energía solar térmica está en la máxima producción. La integración de la energía solar térmica con otras fuentes de calor a baja temperatura también será beneficiosa.

Otra realidad creciente es la representada por el uso del calor solar para procesos industriales, que ya muestra buenos resultados, especialmente en sectores como la industria de alimentos y bebidas, donde las plantas más grandes de Europa crecieron desde 2 MW hasta 12 MW.

La energía debe demostrar, además, que es la mejor opción para el calentamiento del agua sanitaria en el marco de los edificios de consumo casi nulo que se proyectan teniendo en cuenta aspectos de ahorro energético, junto con la integración de energías renovables.

 

Una energía infravalorada

En este escenario, para ASIT las renovables térmicas están siendo «infravaloradas respecto a su potencial dentro del discurso político y social, un discurso que pretende electrificar todo el consumo y la generación, pero no debemos olvidar que el 50% de la energía en Europa se utiliza para calefacción y refrigeración de edificios, la mayoría de los cuales proceden de combustibles fósiles, y para cambiar dicho escenario será imprescindible contar con las renovables térmicas», señala.

Y reconoce  que la presencia de las energías renovables sobre el uso final de la energía en el conjunto de la economía no podrá llegar al 42% en 2030 (desde el 17% actual), si no se potencia el uso de las renovables térmicas.

Actualmente, el consumo de energía primaria está jugando un rol muy importante en el desarrollo de normativa a nivel europeo, fundamentalmente en las normativas de edificación. Sin embargo, en un futuro cercano el paradigma de la descarbonización del planeta debe implicar el uso de la huella de carbono de los diferentes equipos como magnitud de medida, convirtiéndose en el elemento diferenciador entre los diferentes productos y tecnologías.