Las renovables, uno de los sectores más favorecidos en el Plan de Recuperación Económica para Europa

Las renovables, uno de los sectores más favorecidos en el Plan de Recuperación Económica para Europa

La Comisión Europea, tras semanas de duras negociaciones, presentó ayer un ambicioso plan de recuperación económica que partiendo de 750.000 millones de euros, pretende movilizar 3,1 billones, siendo el sector de las energías renovables uno de los que concita mayores necesidades de financiación (100.000 millones), por detrás de turismo y comercio.

Después de la presentación de este importante fondo, que muchos consideran esperanzador y de ‘plena solidaridad’, le llega el turno a un proceso legislativo que se presume también duro, ya que hay un núcleo de países -los del norte- que no se oponen a los préstamos (250.000), pero sí a los subsidios a fondo perdido (500.000 millones). Sin embargo, la Comisión espera que el Consejo Europeo y el Parlamento aprueben el plan en estas semanas y el dinero pueda llegar a los países en otoño.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, asegura que este plan de recuperación “convierte el enorme desafío al que nos enfrentamos en una oportunidad, no solo mediante su apoyo a la recuperación sino también invirtiendo en nuestro futuro: el Pacto Verde Europeo y la digitalización darán impulso al empleo y el crecimiento, a la resiliencia de nuestras sociedades y a la salud de nuestro medio ambiente”. Para ella, “este es el momento de Europa” y con esta propuesta se “da una respuesta ambiciosa”.

Como complemento de los esfuerzos nacionales, este presupuesto comunitario se presume como palanca dinamizadora de una recuperación socioeconómica justa y equilibrada, prestando el apoyo necesario en inversiones urgentes, especialmente las destinadas a transiciones ecológica y digital, consideradas “clave para la prosperidad y resiliencia futuras de Europa”.

Destino de las inversiones

Los fondos se destinarán a invertir en tres pilares esenciales, siendo uno de ellos el Apoyo a los Estados miembros en sus inversiones y reformas.

Con un nuevo Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de 560.000 millones de euros se ofrecerá apoyo financiero a inversiones y reformas, relacionadas especialmente con las transiciones ecológica y digital y la resiliencia de las economías nacionales, vinculándolas a las prioridades de la UE.

Ese mecanismo quedará integrado en el Semestre Europeo y estará dotado de un mecanismo de subvenciones de hasta 310.000 millones de euros y podrá facilitar hasta 250.000 millones más en préstamos. El apoyo estará disponible para todos los Estados miembros pero se concentrará en los más afectados, y allí donde las necesidades de resiliencia sean mayores.

Existe un complemento de 55.000 millones para los actuales programas de la política de cohesión entre el momento actual y 2022, en el marco de la nueva iniciativa REACT-UE, que se asignará en función de la gravedad de las repercusiones socioeconómicas de la crisis, incluido el nivel de desempleo juvenil, y la prosperidad relativa de los Estados miembros. Otro más destinado a reforzar el Fondo de Transición Justa, que llega hasta los 40.000 millones de euros, con el fin de asistir a los Estados miembros en la aceleración de la transición hacia la neutralidad climática. Y un refuerzo último de 15.000 millones de euros para el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, que sirva de apoyo para que las zonas rurales acometan los cambios estructurales necesarios en consonancia con el Pacto Verde Europeo y alcancen las ambiciosas metas fijadas en las nuevas estrategias de biodiversidad y «de la granja a la mesa».

El capítulo de ‘Relanzar la economía de la UE incentivando las inversiones privadas’ podrá funcionar desde 2020 y contará con un presupuesto de 31.000 millones de euros, con objeto de desbloquear 300.000 millones de euros en apoyo a la solvencia para las empresas de todos los sectores económicos y prepararlas para un futuro más limpio, digital y resiliente.

Se pretende aumentar la dotación de InvestEU, el programa emblemático de inversión de Europa, hasta un nivel de 15.300 millones de euros para movilizar inversiones privadas en proyectos por toda la Unión, además de crear un nuevo Instrumento de Inversiones Estratégicas integrado en el seno de InvestEU, con el objetivo de atraer inversiones de hasta 150.000 millones de euros destinadas al impulso de la resiliencia de sectores estratégicos, en particular los vinculados a la transición ecológica y digital, y las cadenas de valor clave del mercado interior, gracias a una contribución de 15.000 millones de euros de Next Generation EU.

La tercera de las patas, bajo el epígrafe de ‘Aplicar las lecciones de la crisis’, implica poner en marcha el nuevo programa de sanidad EU4Health, que refuerce la seguridad sanitaria y nos prepare para futuras crisis en ese ámbito, con un presupuesto de 9.400 millones de euros y un refuerzo adicional de 2.000 millones de euros para rescEU, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión, que se ampliará y se reforzará con objeto de habilitar a la Unión para prepararse frente a las crisis futuras y darles respuesta.

Existe un complemento de 94.400 millones de euros para Horizonte Europa, que se reforzará para financiar la investigación vital en los ámbitos de la salud, la resiliencia y las transiciones ecológica y digital.

Apoyo a los socios mundiales de Europa mediante 16.500 millones de euros adicionales para la acción exterior, incluida la ayuda humanitaria.

Con el foco en el Pacto Verde

Y todo ello con el objetivo de relanzar la economía sin volver a la situación anterior a la crisis, sino saliendo más reforzados. Y poniendo el foco en el Pacto Verde Europeo como estrategia de recuperación de la UE, estructurándose en los siguientes ejes:

  • Una masiva oleada de renovación del parque inmobiliario y las infraestructuras, y una mayor economía circular, que creen empleo a escala local,
  • La puesta en marcha de proyectos de energías renovables, especialmente la eólica o la solar, y de una economía de hidrógeno limpio en Europa,
  • Un transporte y una logística más limpios, en los que se enmarcan la instalación de un millón de puntos de recarga para vehículos eléctricos y el impulso del transporte ferroviario y de la movilidad limpia en nuestras ciudades y regiones,
  • El refuerzo del Fondo de Transición Justa para dar apoyo al reciclaje profesional y ayudar a las empresas a crear nuevas oportunidades económicas.