Más de la mitad de la electricidad producida en 2020 en Andalucía tiene origen renovable

Más de la mitad de la electricidad producida en 2020 en Andalucía tiene origen renovable

El uso de fuentes limpias para generar electricidad superó, por primera vez en 2020 en Andalucía,  al de las de origen fósil, ya que alcanzaron el 51,1%, un 12,4% más que en el año anterior. Esto  ha supuesto una reducción del 25% de las emisiones de dióxido de carbono por unidad de generación eléctrica respecto a 2019.

Según el análisis detallado que se recoge en la publicación de referencia “Datos Energéticos” que elabora anualmente la Agencia Andaluza de la Energía, las energías renovables generaron 15.086,9 GWh de electricidad,  gracias a una potencia instalada renovable de 8.103,4 MW (de un total de 17.562,6 MW), que representan el 46,1% del total del parque generador andaluz (correspondiendo el resto a ciclos combinados, cogeneración y residuos, bombeo y carbón). Este porcentaje ha aumentado casi tres puntos porcentuales respecto al año anterior por el incremento en más de 800 MW de la potencia instalada de solar fotovoltaica conectada a red, que ha hecho que la producción eléctrica con esta fuente haya crecido un 102% (1.871,8 GWh), así como de la producción con biomasa, un 17,3% (275 GWh). Redujeron, sin embargo, su aportación la energía termosolar un 11,7% (290,6 GWh), la hidráulica un 10,4% (65,2 GWh) y, en menor medida, la eólica un 1,87% (123,8 Gwh).

Respecto al grado de autoabastecimiento energético en Andalucía (la relación entre la producción autóctona para consumo propio y el consumo de energía total), éste ha crecido 2,5 puntos porcentuales hasta situarse en el 21,8%, a pesar de reducirse la producción para consumo interior un 3,8% (148,4 ktep) influenciada por un menor consumo de biomasa a causa de una campaña agrícola menos productiva.

Así, las fuentes renovables representaron en 2020 el 99,8% de los recursos propios con los que la comunidad cubre parte de su consumo de energía, correspondiendo el resto al gas natural.

La escasa utilización del carbón en la producción y la mayor generación eléctrica con renovables ha supuesto una notable reducción de las emisiones de dióxido de carbono por unidad de generación eléctrica, que dirige a un importante avance en la descarbonización del sistema energético andaluz. Este indicador desciende a 243 toneladas de CO2 por gigavatio hora producido, un 25% por debajo del valor de 2019.

 

Reducción de la demanda

Según la publicación de la Agencia Andaluza, en el que se  analiza la  situación energética de la comunidad autónoma,  el año también se ha caracterizado por una importante reducción de la demanda de energía, en línea con la tendencia general a nivel mundial, debido a la crisis derivada del COVID-19. Esta disminución ha sido acusada en sectores como el transporte y la industria, lo que se ha traducido en un descenso del 13,4% en términos de energía final (que engloba la demanda en los sectores transporte, industria, primario, servicios y residencial, siendo este último el único que no solo no disminuye sino que crece ligeramente), hasta situarse en 11.774,6 ktep en Andalucía.

La contracción del consumo se ha registrado fundamentalmente en las fuentes fósiles, cuya demanda total ha sido un 22% inferior a la de 2019. El consumo final de derivados de petróleo se cifra en 2020 en 6.064,6 ktep, cuando el año anterior fue de 7.328,5 ktep, destacando notablemente las reducciones que se han dado en fuelóleos (un 42,4%, 83,6 ktep) y querosenos (un 35,1%, 388,3 ktep). A esto se suma que en 2020 apenas se ha utilizado el carbón para la generación eléctrica, lo que ha supuesto que el consumo de esta fuente haya quedado relegado a apenas un 0,5% del mix energético.