Oscar del Río: “Si se rehabilita sólo parcialmente, sin tener en cuenta aspectos de habitabilidad y confort, será una oportunidad perdida”

Oscar del Río: “Si se rehabilita sólo parcialmente, sin tener en cuenta aspectos de habitabilidad y confort, será una oportunidad perdida”

Reducir el consumo de energía, disminuir la pobreza energética, prevenir la creación de condensaciones, reducir el ruido procedente del exterior o mejorar el confort son algunas de las consecuencias de un correcto aislamiento en los edificios. Revisamos con Oscar del Río, presidente de la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes, Afelma, las claves de estas actuaciones, especialmente en el proceso de la rehabilitación, que permiten mejorar la edificación y la calidad de vida de los usuarios reduciendo el consumo energético, básico en estos momentos de incrementos de precios.

 

Por Santos de Paz

Afelma se constituyó en el año 1979 para dar a conocer la calidad de los productos de lana mineral y promover la adecuada aplicación del aislamiento térmico, acústico y la protección contra incendios. ¿Cómo valoraría estos años de andadura de la Asociación?

 

Desde que se constituyó Afelma, hace más de 40 años, su principio inspirador y el de sus empresas asociadas fue promover la calidad en la edificación como pilar de la calidad de vida.

 

Los primeros pasos de la asociación estuvieron destinados, y aún siguen estándolo, en difundir y sensibilizar entre usuarios y profesionales la transcendencia de una actitud comprometida con la eficiencia energética y en aproximar nuestras normas térmicas a Europa.

 

Afelma fue una de las primeras asociaciones que puso el acento en la contaminación acústica y trató de hacer consciente a la sociedad de sus consecuencias y de la forma de combatirla.

 

No obstante, hoy la calidad edificatoria es un concepto integral del que nada puede quedar al margen, tampoco la seguridad de las personas se puede ver comprometida. En el incremento de la seguridad, la mejora del marco normativo y la armonización de normas cobran una relevancia especial.

 

También nos ocupa la creación de espacios más saludables ligados a la calidad del aire interior, un concepto relativamente reciente y absolutamente necesario que poco a poco va tomando cuerpo en la cultura edificatoria.

 

Para afrontar todos estos retos, desde Afelma desarrollamos alianzas con organizaciones profesionales, hemos promovido líneas de actuación tendentes a la sensibilización ciudadana con organizaciones sociales y hemos realizado una importante labor formativa con el ánimo de llevar a los profesionales la idea de que el conocimiento de los materiales y el correcto asesoramiento aportará valor añadido a los usuarios y permitirá que rentabilicen sus inversiones.

 

“La calidad edificatoria es un concepto integral del que nada puede quedar al margen”

 

Cada vez que se levanta o rehabilita un edificio estamos hablando de una actuación que dejará sentir sus efectos a lo largo de medio siglo o más. Por ello, podemos pensar en grande: en mínimos consumos energéticos, en espacios silenciosos, en aire saludable, en seguridad. En fin, en calidad de vida.

 

¿Cuál es la aportación del aislamiento al confort y al ahorro?, ¿Cómo incide el aislamiento en la descarbonización de los edificios?

 

El aislamiento de las viviendas conlleva una serie de ventajas en cuanto al confort y el ahorro energético: reduce las pérdidas de calor o frío de la vivienda y, por lo tanto, la energía necesaria para calentar o enfriar la misma reduciendo el consumo de energía; disminuye la pobreza energética; mejora el confort asegurando una temperatura interior más homogénea; previene la creación de condensaciones, moho y humedades; se reduce el ruido procedente del exterior; mejora la calidad energética; y, por supuesto, al reducir el consumo energético se reducen también las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que tiene un comportamiento ambiental más sostenible.

 

“De la vida útil de un edificio, el aislamiento con lana mineral evita la emisión de 200 toneladas de CO2. Utilizarla en la envolvente puede conseguir una reducción del recibo de la luz de más del 50%”

 

Además, en Afelma hemos calculado que, de la vida útil de un edificio, el aislamiento con lana mineral evita la emisión de 200 toneladas de CO2.  La misma cantidad que consumirían 200 árboles a lo largo del mismo periodo de tiempo. En definitiva, se trata de un material sostenible, eficiente e idóneo para el aislamiento de edificios, tanto de obra nueva, como para proyectos de rehabilitación, gracias a sus propiedades de aislamiento contra el frío o el calor, el ruido y su capacidad de protección contra el fuego.

 

En términos de relación coste-beneficio, ¿Es rentable el aislamiento?, ¿Es una inversión o un gasto?

El aislamiento con lanas minerales es una inversión más que rentable porque sus prestaciones no se degradan con el tiempo, dado que su materia prima es la arena y la roca. Las mediciones sobre conductividad térmica realizadas por Eurima, la Asociación Europea de Fabricantes de Aislamiento, han mostrado que su comportamiento tras un largo período de utilización es incluso mejor que los valores originales declarados. Las lanas minerales son un eficaz aislante térmico, por lo que utilizarlas en la envolvente de un edificio puede conseguir una reducción del recibo de la luz de más del 50%, lo que implica un importante ahorro económico. Además, invirtiendo en un solo producto se consiguen tres objetivos al mismo tiempo: mejorar el aislamiento térmico, mejorar el aislamiento acústico y mejorar la seguridad frente al fuego.

 

¿Cuáles son las principales ventajas de las soluciones de aislamiento de lana mineral?, ¿Qué aportación hace el aislamiento de lana mineral a nivel térmico, acústico y de seguridad pasiva de los edificios?

Las lanas minerales están consideradas uno de los mejores aislantes que existen. Compuestas de materiales naturales, su uso en la construcción está muy extendido ya que, de hecho, es el material más usado en la UE, en países con normativa más exigente que la española. Proporcionan, además, aislamiento acústico y refuerzan la seguridad pasiva contra incendios. Son tres prestaciones en un solo producto, a lo que se suman que son reutilizables y reciclables.

 

De hecho, las lanas minerales son un eficaz aislante térmico y al utilizarlas en la envolvente de un edificio puede conseguir una reducción del consumo energético de entre el 50% y el 80%. Además, están reconocidas internacionalmente como aislante acústico, posibilitando reducciones de ruido de hasta 70 decibelios. Por otra parte, por su naturaleza inorgánica las lanas minerales son incombustibles y protegen a las personas y bienes. Al entrar en contacto con el fuego no generan gases ni humos asfixiantes o tóxicos y presentan un alto grado de resistencia al paso del calor, incluso a elevadas temperaturas, formando una barrera que protege los elementos constructivos, contribuyendo a la seguridad pasiva de la edificación y aumentando la protección de personas y bienes.

 

La asignatura pendiente es el desarrollo de la rehabilitación edificatoria, ¿Qué papel juega el aislamiento en estas actuaciones?

 

En un parque en el que el 90% de las viviendas fueron construidas antes del Código Técnico de Edificación y el 60% antes de que existiera siquiera cualquier normativa de eficiencia energética, la rehabilitación es, sin duda, la asignatura pendiente.

 

“Cuando se rehabilita una vivienda, es importante incidir en las medidas de naturaleza de ahorro energético y en otros factores como el aislamiento acústico y la seguridad frente a incendios”

 

Desde Afelma incidimos en que cuando se rehabilita una vivienda, hay que hacerlo pensando en el largo plazo y, por eso, no solo es importante incidir en las medidas de naturaleza de ahorro energético, sino en otros factores como el aislamiento acústico y la seguridad frente a incendios donde el aislamiento con lanas minerales es fundamental.

 

El pasado mes de octubre se aprobó el RD 853/2021, que articula y regula ayudas de fondos Next Generation EU por valor de 4.420 millones de euros entre los años 2021 y 2026, ¿Qué van a suponer estas actuaciones? ¿Cómo va a actuar la asociación en este proceso?

 

Para Afelma este es un momento crucial y, tanto es así, que el pasado mes de enero organizamos un encuentro sobre la oportunidad de rehabilitar con fondos europeos en el que reunimos a representantes institucionales para abordar este tema. Además, como Asociación asumimos nuestro compromiso con el sector para informar y divulgar sobre las medidas que se están adoptando desde las instituciones porque estamos viviendo un momento único para impulsar una transformación a gran escala del parque de edificios en toda Europa y muy especialmente en nuestro país.

 

La crisis climática y energética que estamos viviendo ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar ambiciosos planes de rehabilitación que nos permitan vivir de forma más sostenible, reducir el impacto de la factura de luz en nuestros bolsillos y, de paso, mejorar las condiciones de nuestros hogares, no solo desde la perspectiva de la eficiencia energética, sino también del aislamiento acústico o de la protección frente al fuego. Se trata de rehabilitar más y de rehabilitar mejor. Así, que ahí estará Afelma para acompañar y asesorar a las empresas del sector en este proceso.

 

¿Por qué se precisan alianzas en este campo y qué acciones están llevando a cabo?, ¿Cómo es la colaboración con Anerr?

 

Por medio de las alianzas es posible presionar, más eficazmente, a las instituciones para que se tengan en cuenta las demandas no sólo de una asociación en concreto sino de todo el sector. Porque tiene mucha más fuerza que todos hablemos con una sola voz y así permitir mostrar cuáles son las necesidades del sector en su conjunto. Anerr comparte con Afelma algunos objetivos, como la mejora de la calidad edificatoria en las actuaciones de rehabilitación y el impulso de este sector.

 

¿Está preparado el sector para esta ‘ola de rehabilitación’ y regeneración urbana?

 

Se trata de una gran oportunidad para el sector y, desde luego, un reto, teniendo en cuenta el gran número de edificios que hay que rehabilitar. Por supuesto que el sector está preparado, sin embargo, que tenga éxito no sólo depende de las empresas sino también de la labor de divulgación que hagan las diferentes administraciones, tanto nacionales como autonómicas, para que las empresas, las comunidades de vecinos y los propietarios sepan cómo acceder a las ayudas y lo hagan. También se requiere avanzar a nivel normativo, porque si bien el principal foco de las ayudas desde la perspectiva comunitaria está en la mejora de la eficiencia energética, sin embargo, corresponde a la Administración nacional, regional y local definir las exigencias en ámbitos como el aislamiento acústico o la protección contra incendios y si finalmente se rehabilita sólo parcialmente, sin tener en cuenta estos aspectos de habitabilidad y confort será una oportunidad perdida.

 

“Desde Afelma reclamamos una mejor coordinación entre las diferentes administraciones para asegurar que las reformas que se hagan también reduzcan la demanda energética global de los edificios”

 

Por otra parte, desde Afelma reclamamos una mejor coordinación entre las diferentes administraciones para asegurar que las reformas que se hagan no solo se acometan con la idea de reducir la dependencia de combustibles fósiles, sino también para reducir la demanda energética global de los edificios. Hemos criticado, por ejemplo, que el Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos, impulsado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, no sea suficientemente ambicioso en esta materia, que es algo que de alguna forma hay que subsanar.

 

¿Por qué es necesaria la colaboración público privada para avanzar en este asunto? ¿Cómo se pueden articular proyectos y colaborar con figuras como las del Agente rehabilitador?

 

La colaboración público-privada tiene que ser una realidad para que todo esto funcione y, de hecho, debe imperar la necesidad de extender los planes de rehabilitación más allá de lo que duren los fondos europeos, ya que la descarbonización del parque edificado es una prioridad que debe durar en el tiempo. Por todo ello, es fundamental que las oficinas de rehabilitación y su correcta gestión y difusión sea una realidad porque son imprescindibles para conseguir el éxito en los objetivos de estos planes.

 

“La descarbonización del parque edificado es una prioridad que debe durar en el tiempo”

 

¿Contempla adecuadamente el CTE-DB-HE el aislamiento acústico? , ¿Qué principales novedades esperan y que supondrían para la industria y el sector?

El actual Código Técnico de Edificación (CTE), que data de 2009, no establece ningún requisito en materia de aislamiento acústico a la hora de rehabilitar una vivienda. Además, aún no se ha dado el paso para mejorar el documento sobre protección frente al ruido, aunque la administración pública es consciente de la problemática desde hace tiempo.

 

“Aún no se ha dado el paso para mejorar el CTE sobre protección frente al ruido”

 

Por eso, desde Afelma recomendamos implementar lar mejoras desde el inicio del proyecto en obra nueva. En el caso de los edificios ya existentes, el coste de rehabilitar es muy superior al coste de aislar dicho edificio ya desde el momento de su construcción. Y en esto radica la importancia de abordar esta problemática desde ya, porque de lo que se haga ahora dependerá el gasto futuro para acercar los niveles de habitabilidad y de confort de nuestros hogares a los de nuestros vecinos europeos.

 

¿Aprecian los usuarios el aislamiento y será factible alcanzar los objetivos de descarbonización?

Muchas veces la percepción es que el esfuerzo a asumir, tanto logístico como económico para acometer estas reformas no se justifican en el corto plazo, sin embargo, los usuarios cada vez tienen más conocimientos en materia de aislamiento y son más conscientes de las ventajas que aportan a su vivienda, tanto en confort, ahorros y revalorización.

 

“Hay que poner las cosas más fáciles, sobre todo haciendo más accesible el conocimiento necesario tanto a los usuarios como a las comunidades y los administradores de fincas”

 

Sin embargo, hay que poner las cosas más fáciles, sobre todo haciendo más accesible el conocimiento necesario tanto a los usuarios como a las comunidades y los administradores de fincas, para que sepan exactamente qué hay que hacer para beneficiarse de estas ayudas y cuáles serán las consecuencias de no hacerlo.

 

Respecto a los países de nuestro entorno, ¿estamos mejor, igual o peor en materia de aislamiento y en particular en el uso de lana de roca?

El parque de viviendas en España tiene unas características muy particulares. Quizás lo más notorio es la proliferación de edificios multifamiliares. En definitiva, la densidad de las poblaciones urbanas en nuestro país y el hecho de que la mayoría de la gente vive en pisos crea unas necesidades muy concretas, sobre todo en materia de aislamiento contra el fuego o contra el ruido. Áreas que, probablemente, se abordarían de otra manera en otros países y que la normativa comunitaria no haya tenido tan en cuenta al no haberse fijado en las particularidades del sector en España. En este sentido, el Gobierno y las demás administraciones tienen que hacer más para que el dinero que se invierta en la mejora de los edificios se invierta bien y teniendo en cuenta las necesidades concretas de nuestro mercado.

 

Ya para finalizar, ¿qué factores, a su juicio, podrían incidir más en la mejora de los índices de eficiencia energética, bienestar y seguridad de los edificios de nuestro país (medidas de concienciación social, subvenciones administrativas, sanciones…)?

Ante todo, me gustaría incidir en la necesidad de mejoras a nivel normativo o del Código Técnico que incentiven a las constructoras a abordar el aislamiento de una manera integral. No puede ser que, como es el caso ahora, se permita tanto en una nueva promoción como en una rehabilitación, poner todo el foco en la protección contra el frío y el calor, incluso si las soluciones que se proponen pueden suponer una menor protección frente al ruido o frente al fuego. O que se impulse la utilización de energías renovables, pero no se haga nada para reducir la demanda energética global, sobre todo teniendo en cuenta lo que perjudica al usuario con los actuales costes de la factura de la luz y el problema de la pobreza energética.

 

“Me gustaría incidir en la necesidad de mejoras a nivel normativo o del Código Técnico que incentiven a las constructoras a abordar el aislamiento de una manera integral”

 

Gracias a la llegada de los fondos Next Generation, inversión y subvenciones no van a faltar, pero lo que sí es necesario son los incentivos y la concienciación social necesarias para que se invierta bien y tengamos un parque de viviendas a la altura de las necesidades de este siglo.