Transportes impulsa una normativa para calcular la huella de carbono en la construcción y rehabilitación de firmes

Transportes impulsa una normativa para calcular la huella de carbono en la construcción y rehabilitación de firmes

La Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha aprobado una orden circular que establece los criterios para calcular la huella de carbono derivada de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la construcción y rehabilitación de firmes. Esta medida tiene como objetivo promover el uso de técnicas de construcción más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

 

La iniciativa forma parte del Plan de Descarbonización 2021-2030 de la Dirección General de Carreteras, que busca reducir en un 50% las emisiones de GEI para 2030 en comparación con los niveles registrados en 2021. Este plan, actualmente en proceso de redacción, es una estrategia clave en el compromiso del Gobierno con la lucha contra el cambio climático y la transición hacia modelos de infraestructura más sostenibles.

 

 

Criterios para medir la huella de carbono

 

La nueva norma detalla una serie de consideraciones para calcular la huella de carbono en dos etapas fundamentales del proceso de construcción:

 

  1. Etapa de producto: Incluye el suministro, transporte de materias primas y la fabricación de materiales destinados al firme o la explanada.
  2. Etapa de proceso de construcción: Corresponde al transporte y puesta en obra del firme.

 

Con esta estructura, la normativa busca identificar y cuantificar las emisiones en cada fase para implementar soluciones que reduzcan el impacto ambiental.

 

 

Impulso a técnicas más sostenibles

 

La orden también establece la obligatoriedad de priorizar técnicas como las mezclas bituminosas semicalientes, que se fabrican a temperaturas más bajas que las tradicionales. Este método no solo disminuye el consumo energético durante el proceso de producción, sino que también reduce las emisiones asociadas y los costes operativos.

 

La normativa subraya que este enfoque debe aplicarse en proyectos que afecten a superficies iguales o superiores a 10.000 metros cuadrados, consolidando su papel como un estándar en la construcción de carreteras sostenibles en España.

 

 

Un paso hacia la movilidad sostenible

 

La aprobación de esta orden refuerza el compromiso de la Dirección General de Carreteras con la reducción de las emisiones de GEI y la mejora de la eficiencia ambiental en el sector de la construcción vial. Este enfoque responde a la necesidad de cumplir con los objetivos climáticos globales y de fomentar infraestructuras más respetuosas con el entorno natural.

 

Con esta normativa, España avanza hacia una movilidad más sostenible y marca un precedente para la transformación de sus carreteras en un modelo de sostenibilidad y compromiso ambiental.