Incrementos de hasta 600 euros anuales en viviendas con certificaciones F y G

Incrementos de hasta 600 euros anuales en viviendas con certificaciones F y G

El continuo incremento que están soportantando los precios de la electricidad, el gasóleo y el gas doméstico está propiciando que también aumente el número de hogares que se encuentran al borde de la precariedad o hayan ya pasado a engrosar los ratios de los afectados por la pobreza energética.

En paralelo los gastos de energía en las viviendas más ineficientes –las que cuentan con calificaciones energéticas F y G– ha crecido un 40% con respecto a 2020, según la Calculadora Energética desarrollada por el Consejo General de la Arquitectura Técnica (CGATE). Se trata de una útil herramienta que permite traducir en euros los principales indicadores que contiene el certificado de eficiencia energética de un edificio o una vivienda, en base a las oscilaciones en los precios de las nuevas tarifas eléctricas, de gasóleo y gas, incluyendo la posibilidad de indicar la potencia eléctrica contratada.

 

Comparativa de dos viviendas ineficientes

Con capacidad para recoger los costes energéticos orientativos y establecer el gasto anual en euros del consumo de calefacción, ACS y aire acondicionado tanto para un inmueble como para un edificio completo, la calculadora ha permitido realizar una simulación o en tiempo real de dos viviendas de las consideradas ineficientes, ya que su certificación solo llega a los niveles más bajos, las letras F y G, han sido testeadas según los precios energéticos actuales establecidos, la correspondiente a la TUR –Tarifa de Último Recurso- para las instalaciones de gas y la tarifa PVPC para la electricidad.

El análisis revela que ambas viviendas, equipadas con aparatos de calefacción y agua caliente eléctricos, han visto cómo sus costes energéticos anuales se han situado un 40% por encima de las tarifas anteriores a junio de 2021. Y eso supone unos 600 euros de menos para los boilsillos de los usuarios.

Esos datos tan reveladores sugieren la necesidad de ponerle freno a la situación, de buscar con urgencia soluciones que permitan una reducción efectiva de los consumos energéticos de las viviendas. De no ser así, “miles de familias se encontrarán en una situación de pobreza energética en un corto plazo de tiempo”, advierte Alfredo Sanz, presidente del CGATE.

La solución que plantea CGATE es motivar al ciudadano para animarle a realizar esas reformas o renovaciones necesarias que le permita reducir los sobrecostes energéticos. Sanz insta a una mayor implicación de las administraciones en el tema, sabedor de que “si bien la llegada de los Fondos Next Generation facilitará a las familias renovar sus viviendas y edificios, resulta fundamental que la Administración lidere campañas informativas y de concienciación dirigidas a los ciudadanos para generar una mayor sensibilización hacia las actividades de rehabilitación y mantenimiento de viviendas y edificios”.

Esta calculadora, con 5.000 consultas descargadas, se convierte en un elemento básico a la hora de establecer la comparativa del gasto energético medio de dos vivienda de la misma categoría, aportando los ahorros que se conseguirían mejorando en una de ellas su calificación energética, pasando por ejemplo de la letra G (una de las menos eficientes) a la letra B (una de las más eficientes).