Una restricción al uso de la biomasa forestal compromete el objetivo de reducción de emisiones, según AVEBIOM

Una restricción al uso de la biomasa forestal compromete el objetivo de reducción de emisiones, según AVEBIOM

En el análisis de la revisión de la directiva europea sobre renovables (REDIII), y desde el punto de vista del sector de la biomasa, Avebiom (Asociación Española de la Biomasa) considera «sólido» el marco político la  Comisión Europea, junto  con un enfoque estratégico «coherente» para cumplir los objetivos de la Ley de Clima de la UE; sin embargo, «los detalles técnicos para la biomasa en usos energéticos podrían perjudicar el objetivo general de una reducción del 55% en las emisiones de gases de efecto invernadero.»

Teniendo en cuenta que la  biomasa representa más del 80% de toda la energía renovable térmica en la Unión Europea, además de un importante porcentaje de la energía eléctrica producida por energías renovables, «una restricción al uso de la biomasa forestal representaría un riesgo enorme para el cumplimiento de los citados objetivos», argumenta Avebiom.

La asociación celebra la publicación del Pacto Verde Europeo, la Ley del Clima y el Paquete Fit for 55. «Creemos que gracias a estas decisiones políticas la Unión Europea logra un enfoque estratégico coherente y armado con una panoplia de políticas adecuadas que contribuyen a que nos convirtamos en el primer continente carbono neutral del mundo y alcancemos los objetivos de los Acuerdos de París.

Pero, entiende que al tratar de regular los aspectos más relevantes de la bioeconomía y los biocombustibles, «la Comisión Europea corre el riesgo de socavar la economía circular natural de nuestros bosques, interrumpiendo la inversión en un sector clave en la reducción de GEI y sacrificando así nuestros esfuerzos de reducción de emisiones de carbono».

Como recuerda Avebiom, los bosques son una parte vital en nuestra lucha contra el cambio climático. Juegan un papel doble en la mitigación de las emisiones de carbono, ya que absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo convierten en biomasa, fijándolo en los troncos, raíces, ramas y hojas de sus árboles, y nos proporcionan materias primas para construcción, embalajes, etc., y para obtener biocombustibles solidos renovables, imprescindibles para sustituir a los combustibles fósiles.

 

Gestión forestal sostenible

En este sentido, considera la patronal del sector que  una gestión forestal sostenible tiene un gran potencial en varios aspectos, desde su capacidad para aumentar el empleo relacionado con la bioeconomía en Europa hasta su imprescindible papel como herramienta para cumplir nuestro objetivo de transitar hacia la neutralidad climática.

Respecto a lo que puede o no ser considerado “desperdicio o residuo” para su utilización como biocombustible de acuerdo a la Directiva (UE) 2018/2001 (RED II) se establecerá en un Reglamento de Implementación (REDIII) sobre “las reglas para verificar la sostenibilidad y los criterios de ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero y bajo criterios indirectos de riesgo de cambio de uso de la tierra”. Mientras que la lista de la RED II incluye todos los tipos de residuos del sector forestal como la corteza, las copas, las ramas, los pies procedentes de clareos pre-comerciales, el serrín y el licor negro, la nueva lista propuesta en el Reglamento de aplicación solo incluye el «aceite de resina».

En la práctica, esto no significa que ya no se producirían residuos, sino que simplemente que no se utilizarían para producir energía renovable. «Además de comprometer el logro de nuestros objetivos de reducción de carbono en virtud de la Ley del Clima, esto pone en riesgo la inversión futura en el sector de la bioenergía en la UE y puede amenazar también el suministro futuro de biocombustibles sólidos al sector europeo, que aporta la mayor parte de la energía renovable producida en la Unión Europea», alerta.

 

Sobre la regulación del uso en cascada

Avebiom se cuestiona la necesidad de que se regule el uso en cascada, ya que «es inherente al sector forestal. «La aplicación del principio de uso en cascada a la biomasa, como propone la RED III en ciernes, y la obligatoriedad de realizar auditorías sobre el abastecimiento y la producción suponen un riesgo sin precedentes para nuestro sector». Y explica que hacer frente a auditorías anuales para garantizar que la materia prima ha sido sometida a un uso en cascada imposibilitaría la inversión con unas mínimas garantías de rentabilidad. Por lo tanto, «vemos imperativo que las auditorías de uso en cascada fueran válidas por no menos de 15 o 20 años para el uso de materia prima como biomasa».

Y concluye señalando que «estamos en el camino correcto gracias a un marco legislativo sólido apoyado en los argumentos de la Comisión Europea a favor de una acción climática urgente y en un enfoque estratégico coherente plasmado en el Pacto Verde, la Ley de Clima y el Paquete Fit for 55». Sin embargo, «los detalles de las regulaciones revelan que no se ha entendido bien el equilibrio de las fuerzas del mercado del sector forestal, cuyo encorsetamiento complicaría en última instancia y de manera importante el objetivo de alcanzar nuestros objetivos de reducción de GEI.

Por todo ello, la Comisión debe trabajar urgentemente de forma conjunta con los miembros de los sectores de la selvicultura y la bioenergía para garantizar la viabilidad de nuestra industria y su rol en la defensa del clima, reclama Avebiom.