Volver a la normalidad tras el estado de alarma

Volver a la normalidad tras el estado de alarma

La vuelta a la normalidad para el sector de la climatización, ventilación y refrigeración, requerirá de medidas excepcionales para la recuperación de las empresas y garantizar, con ello, el trabajo en pro de unas instalaciones y edificios cada vez más sostenibles.

 

Samuel Casado, Responsable Departamento Estudios y Legislación AFEC

 

El Coovid-19 ha irrumpido en la actualidad forzándonos a todos a dejar en un segundo plano muchas de las actividades que antes ocupaban nuestro día a día. Sin embargo, una vez superado el estado de alarma, y con la situación controlada, tendremos ante nosotros la tarea de volver a la normalidad lo antes posible y con los mínimos efectos secundarios. En este momento, lo prioritario es la salud, por lo que mando un mensaje de ánimo a todos los que están en primera línea, a los que muestro mi más sincera admiración y respeto.

Una vez fijada la prioridad sanitaria, no hay que olvidar que mientras duren las restricciones y el estado de alarma, nuestra tarea es facilitar que todas las instalaciones de climatización operen correctamente, asegurando su suministro y distribución. Las instalaciones de calefacción, climatización, refrigeración, producción de agua caliente sanitaria, frío industrial/comercial y ventilación son las encargadas de mantener en  condiciones aceptables de bienestar e higiene los edificios e industrias actualmente reconocidos como esenciales, como pueden ser hospitales, comercios de alimentación, industria farmacéutica, o centros logísticos, por poner solo algunos ejemplos.

 

El objetivo es que las instalaciones aseguren el suministro y la distribución

 

Estas instalaciones que, aunque por su uso cotidiano y cercanía damos por sentadas, son sin embargo la base de la buena marcha de muchos aspectos de nuestra sociedad. Su correcto funcionamiento depende de la gran labor que realizan, alejados de los focos, multitud de fabricantes, distribuidores e instaladores. Por tanto, durante el estado de alarma, además de considerar esenciales las actividades “que presten servicios de limpieza, mantenimiento, reparación de averías urgentes y vigilancia”, también es necesario que fabricantes y distribuidores puedan continuar con su actividad durante el período de aplicación, ya que sin suministros no es posible prestar un servicio adecuado. Por ello, desde varias asociaciones se ha instado al Gobierno a que considere como servicio esencial, de forma expresa y clara, a toda la cadena de suministro incluyendo a instaladores, distribuidores y fabricantes.

 

 

Medidas excepcionales

Por otro lado, el confinamiento de la población y la paralización de la actividad industrial han supuesto ya un estancamiento económico que está afectando a todos los sectores. Estamos  en una situación sin precedentes que exige medidas excepcionales.

En primer lugar, hay que considerar todos los aspectos relativos a la salud. Una vez se reinicie la actividad laboral será necesario disponer de protocolos, medidas de seguridad y equipos de protección individual contra la pandemia para que los trabajadores estén protegidos.

El segundo aspecto a tener en cuenta es facilitar la recuperación de empresas afectadas a través de mecanismos financieros que ayuden a resolver los problemas a corto y medio plazo de tesorería, derivados de la falta de ingresos durante el estado de alarma.

Estas medidas deben contemplar, tanto el establecimiento de líneas de ayudas a fondo perdido durante la crisis sanitaria, como las subvenciones al sector para el mantenimiento del empleo, hasta la completa restitución de la actividad del sector.

Finalmente, las condiciones de financiación deben flexibilizarse de tal manera que empresas y autónomos dispongan de liquidez, con la fijación de intereses bajos para los créditos ICO en consonancia con la situación de las empresas. Estos créditos deben ampliarse a empresas, pymes y autónomos del sector para poder acceder a las líneas de crédito, con una reducción de pago de tasas y tributos en la formalización de las mismas. De igual manera, se debe asegurar la cadena de cobros y pagos para el mantenimiento de la actividad económica en España.

Una vez tratados los aspectos de una urgencia inmediata, no podemos olvidar las expectativas que teníamos para este 2020 y que hacían del mismo un año completo de novedades.

 

Actualizaciones normativas

La primera novedad es el Reglamento de seguridad para  instalaciones frigoríficas (RSIF), y sus instrucciones técnicas complementarias. Aprobado el 27 de septiembre de 2019, con entrada en vigor el 2 enero de 2020, una de sus principales novedades es la inclusión de una nueva categoría de gases refrigerantes denominada A2L.

Los refrigerantes incluidos en esta categoría presentan una baja toxicidad y ligera inflamabilidad, lo cual amplía su utilización en aparatos de aire acondicionado, refrigeración y bombas de calor. Con la modificación del RSIF en base a la norma UNE-EN 378 se admiten cargas mayores para los refrigerantes que cumplan con la categoría 2L, permitiendo un abanico más amplio de soluciones. Otra ventaja de los refrigerantes A2L, como el R-32, el R-452B, las HFO, etc., es que presentan un bajo potencial de calentamiento atmosférico (PCA), contribuyendo así a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Igualmente, se permite la instalación de equipos con refrigerantes A2L por empresas de nivel 1, siempre y cuando no se superen una serie de umbrales de potencia y carga.

 

La transición energética y la descarbonización tienen una gran aliada en la tecnología de la bomba de calor

 

El final del año pasado, también nos dejó novedades con respecto al Código Técnico de la Edificación (CTE), publicado el 27 de diciembre de 2019. Para el sector hay varios cambios que, en principio, pueden no parecer importantes pero que tienen gran calado. El más importante, en nuestra opinión, se produce en la manera indirecta de incluir el fomento de la energía renovable. Tal y como queda reflejado en la sección HE0, la limitación de la energía primaria no renovable junto con la limitación de energía primaria total, lo que realmente está indicando son los porcentajes mínimos de energía renovable a utilizar para dar cumplimiento a esta sección.

Si a esto añadimos que la sección HE4 se refiera a la contribución mínima renovable, cuando antes era de energía solar térmica, esto da pie a la utilización de otras tecnologías que provechen otros tipos de energía renovable, como es la bomba calor. Esta tecnología podrá considerarse renovable siempre y cuando la bomba de calor tenga un valor de rendimiento medio estacional superior a 2,5 en las accionadas eléctricamente y un 1,15 en las que lo son térmicamente. Prácticamente la gran mayoría de los equipos existentes en la actualidad superan sobradamente estos valores límites. Además, a mayor rendimiento estacional mayor es el porcentaje de energía  renovable suministrado, con lo que se favorece el uso de equipos eficientes.

Como última novedad normativa de gran calado en el sector de las instalaciones de los edificios, actualmente se está en proceso de revisión del Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE). En este caso, el proceso se ha agilizado con una revisión distribuida en dos fases. La primera fase se ha centrado en transponer las modificaciones de la reglamentación europea, con un gran protagonismo de las directivas que definen las líneas estratégicas europeas del impulso de la eficiencia energética y el fomento de las energías renovables. Por el contrario, la segunda fase está enfocada a las soluciones técnicas y prácticas que favorezcan la implantación de sistemas más eficientes sin cerrar el paso a soluciones novedosas. Actualmente se está trabajando en esta segunda fase, y se espera que la fase I se publique a finales de verano.

Bomba de calor

Todas estas actualizaciones legislativas junto con las novedades técnicas están dando un gran protagonismo a la bomba de calor. Ya sea, tanto para la aplicación de la sección HE0 de limitación de consumo energético como para la de la sección HE4 de contribución mínima de energía renovable para la demanda de ACS. La bomba de calor facilita su cumplimiento gracias al alto grado de aprovechamiento de energía renovable del ambiente. Igualmente, su versatilidad presenta muchas ventajas, ya que puede dar servicio a la instalación de calefacción, de refrigeración y/o ACS. Si nos referimos a rehabilitación, las bombas de calor multitarea, calefacción, refrigeración y ACS combinados, se presentan como una solución ideal, que asimismo puede integrarse con otras instalaciones renovables como solar térmica y fotovoltaica para maximizar ahorros.

En definitiva, a pesar de las dificultades inesperadas provocadas por el COVID-19, la transición energética y la descarbonización tienen una gran aliada en la tecnología de la Bomba de Calor. Confiamos en volver rápidamente a la normalidad, para seguir trabajando en unas instalaciones y edificios cada vez más sostenibles.