Zaragoza vive un auge en la construcción y rehabilitación

Zaragoza vive un auge en la construcción y rehabilitación

Pasear por Zaragoza es suficiente para constatar el dinamismo de su sector de la construcción. Edificios en construcción avanzan rápidamente, mientras los andamios ocultan profundas reformas en los inmuebles más antiguos. Este renacer del sector no es casualidad: las ayudas europeas y una mayor concienciación sobre la importancia de la rehabilitación han sido claves para que 2024 sea proyectado como un año récord.

 

El área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza ha tramitado cerca de 18.000 licencias de obra este año, una cifra sin precedentes en comparación con los últimos años. Hasta noviembre, se habían gestionado 16.125 expedientes, superando con creces las cifras de 2020, cuando la pandemia redujo las solicitudes a 12.760.

 

Este repunte beneficia no solo al sector, sino también a las arcas municipales. El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que grava estos proyectos, aportará unos 20 millones de euros, un 27% más de lo inicialmente estimado. Si se cumplen las previsiones, este ingreso podría marcar un récord histórico.

 

La rehabilitación de edificios ha ganado protagonismo, impulsada por las ayudas del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) de la Unión Europea. Aragón ha recibido 86 millones de euros, de los cuales 13,8 millones han sido destinados a proyectos en Zaragoza, beneficiando barrios como el Casco Histórico, El Rabal y San José.

 

Este apoyo financiero ha permitido un notable incremento en la rehabilitación integral de edificios. Hasta noviembre, se habían gestionado 42 licencias, cifra que podría cerrar el año con 50, frente a las 38 de 2023 y las 31 de 2022. Además, las licencias para mejorar envolventes, fachadas, ventanas y cubiertas también han crecido, alcanzando las 1.200 en 2024, 200 más que hace dos años.

 

El repunte no se limita a grandes proyectos. Las pequeñas reformas también han experimentado un incremento significativo, especialmente las relacionadas con accesibilidad. Este año se cerrará con cerca de 15.000 obras menores, alrededor de mil más que en los últimos tres años.

 

Sin embargo, este auge también trae consigo desafíos. La alta demanda ha generado listas de espera de entre tres y siete meses, dependiendo del tipo de obra, además de una creciente tensión por la falta de mano de obra cualificada. Este problema, compartido con otros sectores, se agrava por el escaso relevo generacional.

 

El buen momento de la construcción en Zaragoza refleja la combinación de incentivos públicos y la recuperación económica. La ciudad está aprovechando la oportunidad para renovar su envejecido parque de viviendas, con una media de 45 años, al tiempo que refuerza sus finanzas municipales.

 

A pesar de los retos, 2024 se perfila como un año decisivo para consolidar el renacimiento de este sector clave, que no solo transforma el paisaje urbano, sino que también impulsa el desarrollo económico y social de la capital aragonesa.

 

FUENTE: el Periódico de Aragón