Instalaciones, monitorización y ventilación: pilares para un almacenamiento eficiente
La guerra entre Rusia y Ucrania ha evidenciado la importancia de un almacenamiento eficiente de los alimentos, además de la necesidad de un cambio de actitud para un mundo más sostenible. Y es que, entre otros muchos efectos, el conflicto ruso ucraniano, que ha derivado en una reducción o eliminación de las exportaciones de grano, ha agudizado aún más la crisis alimentaria en el mundo, un problema que afecta especialmente a África: la mitad de los países del continente dependen de los cereales que Ucrania ha dejado de exportar o cuya exportación se ha reducido.
También en España es alarmante el descenso de cereales para la presente campaña de 2023: se prevé una reducción del 65%, como consecuencia de la sequía y las altas temperaturas. En general, la escasez hídrica y el cambio climático van a afectar a la producción cerealista en toda Europa.
En estas condiciones de inestabilidad, minimizar pérdidas en el almacenamiento cobra más relevancia, si cabe. La idea sería lograr un almacenamiento eficiente, lo que tiene que ver con factores como las instalaciones, la monitorización y la ventilación, con marcas especialistas como Ziehl-Abegg.
Retrofit y monitorización
Paz García, directora de Segmento de Mercado Alimentario de Ziehl-Abegg, pone el foco en el almacenamiento de cereales: Las instalaciones son clave para lograr un grano de calidad, mantenido en las condiciones adecuadas de temperatura y humedad. Más que invertir en nuevas estructuras, lo que no siempre resulta factible en un sector que no dispone de grandes flujos económicos, la solución viene de la mano del ‘retrofit’ o acondicionamiento de las instalaciones, que se puede llevar a cabo con inversiones reducidas y un operativo sencillo y bien dirigido.
Otro aspecto importante es la monitorización, al permitir hacer un control predictivo del estado en que se encuentra la mercancía, revelando posibles problemas ocultos.
Ventilación
Para preservar la calidad del grano almacenado, manteniendo la humedad, temperatura y concentración de oxígeno en niveles que minimicen o eviten la actividad microbiana y las mermas, tanto el diseño como el dimensionamiento del sistema deben estar íntimamente vinculados al clima de la zona y al producto a almacenar. En este sentido, la función de ventilación puede implicar el acondicionamiento del aire, ya sea calefactándolo para potenciar el efecto secado, o refrigerándolo, para reducir los contenidos de humedad relativa. En cualquiera de los casos, es crucial disponer de una tecnología altamente eficiente que minimice los costes de la operativa.
La ventilación es, en este sentido, la forma más versátil, económica y eficiente de prevenir situaciones no deseadas dentro de un silo, aunque para desarrollar toda su potencialidad debe estar equilibradamente integrada con unas instalaciones fiables y seguras, y guiada por una monitorización adecuada.
La tecnología disponible hoy en día hace casi ilimitadas las posibilidades de digitalización, automatización y anticipación inteligente a eventualidades. Sin embargo, en la situación actual del sector, lo urgente coincide con lo importante: asegurar el grano en los almacenes. Y es que, en Europa, los almacenes de grano que cumplen con los tres puntos anteriores son minoría.
Soluciones de ventilación Ziehl-Abegg
Para reducir los altos niveles de pérdidas evitables en el almacenamiento de los cereales, parece razonable comenzar por incrementar la eficiencia de los sistemas. La solución pasa por instalar un sistema profesional de aireación/ventilación, como los que dispone Ziehl-Abegg en su portfolio. Estos sistemas permiten, de forma sencilla, efectiva y barata, mejorar las condiciones de almacenamiento, prevenir situaciones y problemas serios y mantener las pérdidas bajo control.
Teniendo en cuenta que la aireación puede implicar un consumo energético importante, especialmente en las circunstancias actuales de precio de la energía, es preciso recurrir a sistemas altamente eficientes que minimicen este gasto.
No obstante, la inversión en sistemas de ventilación y el gasto operativo asociado están más que justificados y se recuperan con solvencia, normalmente ya en el primer ejercicio, en términos de reducción de pérdidas y de mantenimiento de calidad de producto a la venta.
